sábado, 28 de mayo de 2005

Hoguera de sentimientos

Hoguera




Hoy la madrugada se ha sentado junto a mí, en este islote bendito de la ansiada soledad, cuando es sinónimo de descanso y relajado momento para hacer introspecciones hacia el centro de mi alma.

Revolotean, entonces, pensamientos distintos a mi alrededor, como si el viento hubiera levantado todas las notas tomadas a lo largo del día, del tiempo, de mi vida... caen algunos en mi falda, posándose suavemente junto a mis manos, para que yo los tome, recuerde el instante preciso en que nacieron y quién o qué me hizo dejar esa huella en mi memoria.

Inquietantes pensamientos algunos, placenteros otros, en este recuento de vivencias y sensaciones grabadas. A veces el miedo me hiere con el filo de su hoja, desasosiego de este corazón que se preocupa demasiado, y entonces, aparto de un parpadeo pensamientos negativos para volver a recrear mi espíritu en proyectos siempre soñados, esperados, en aquellas metas que persigo hace tanto, tanto tiempo. Dibujan mi sonrisa las cotidianas situaciones de la rutina amada, donde, sin embargo, crezco cada dia, entre alegrías pequeñas que me son tan grandes, y palabras cortas que me dicen tanto.

Hay una hoguera encendida, que no quiero que se apague, y, como en la canción de Estopa, esa hoguera es de sentimientos, y arderá mientras le ponga leña, a la vera de la esperanza.