martes, 20 de diciembre de 2005

¡¡Feliz Navidad a todos!!


Estaré de vacaciones unos días, y me gustaría desear a todos los que visiten mi blog una muy feliz Navidad, y que en el año 2006 se cumplan si no todos, al menos una buena parte de nuestros deseos. También, y aunque suene tópico, me gustaría formular mi deseo de paz, entendimiento y comprensión entre los hombres de todo el mundo, para que las palabra: "guerra". "terrorismo", "asesinato", "maltrato", "hambre", "intolerancia", "insolidaridad" ... vayan desapareciendo de la faz de la tierra. El deseo especial de que los gobernantes tomen conciencia de que estamos aquí para caminar juntos, en el mismo barco, y pongan todos sus esfuerzos políticos, diplomáticos y humanos para hacer del lugar donde vivimos ese remanso de paz que todos soñamos.

Mis deseos más íntimos y personales también van incluidos aquí a modo de plegaria al Niño que nace cada Navidad. Lo dicho, gracias por estar ahí a todos los que me quieren, a mi familia, a mis amigos, a los que me critican constructivamente, a los que me mandan correos que me hacen reir y también pensar, gracias por ir atravesando el umbral de los años junto a mí y demostrarme cada día que es genial tener con quien compartir las cosas. Gracias al que escucha y al que ama, porque en él está mi esperanza.

¡¡Feliz Navidad!!

sábado, 10 de diciembre de 2005

Ya es Navidad


¡Se acerca la Navidad! Y la verdad, no se de qué me sorprendo, porque hace semanas que el Corte Inglés se encargó de recordármelo, claro que como sus almacenes son unos privilegiados que parecen vivir por adelantado todo lo que a los demás mortales nos sucede con semanas y semanas de retraso, no le hice demasiado caso.

Pero ahora sí, ahora todo huele ya a Navidad, y los establecimientos cotidianos, tales como la cafetería de la esquina, el taller de reparación del zapatero que habitualmente pone tapas a mis tacones de aguja, armas de mujer que sufren los desaguisados de largas horas de estar “antes muerta que sencilla”, el estanco donde adquiero otra arma menos atractiva y más letal y que con el nuevo año me convertirá poco menos que en una “fuera de la ley”, desterrándome al ghetto de aquéllos que nos negamos a abandonar el asqueroso, reconozco, vicio de la nicotina. Todos se han unido a ese mensajero, precursor de acontecimientos, ya sean la llegada de la primavera en pleno invierno o, como ahora, una Navidad adelantada en noviembre, todos siguen al gran oráculo de nuestras ansias de consumismo que es el Corte Inglés, ahora parece que sí, que ya llega.

Quisiera pensar que los Reyes existen, necesito, en realidad creer en ellos, porque tengo cosas que pedir, cosas que unas altas majestades, mágicas y todopoderosas pueden conseguir: Transformar en realidad mis sueños, sé que es difícil, pero si les digo que mis sueños son tan sencillos que incluso los propios pajes de los Reyes Magos podrían convertir en realidades tangibles, quizás no resulte tan extraordinario que los consiga.

De todos modos, escribiré mi carta, me volveré a reencarnar en aquella niña de seis o siete años que pensaba durante mucho tiempo en lo que tenía que pedir porque sabía y tenía el convencimiento de que aquello que pusiera en su carta lo tendría al amanecer del día 6 de enero, porque ellos nunca le fallaban. Desecharé la idea que la lógica me impone, conjuraré los espíritus mágicos de las hadas, invocaré al hacedor de sueños para que se hagan presentes todas aquellas cosas que dejó colar en las rendijas de mis noches, o, al menos, le pediré que no vuelva a entrar en mi cuarto, que no vuelva a desplegar su alfombra voladora delante de mis narices, que desaparezca de mi vida si lo que va a hacer es regalarme promesas que nunca podrá cumplir. O consigo lo que sueño, o conseguiré no soñar nunca más.

Feliz Navidad.

¿Por qué nos complicamos la vida?


A veces me pregunto ¿por qué nos complicamos tanto?. Cuantos menos problemas tenemos, más los buscamos. El hecho tan sencillo de vivir se nos convierte a veces en una pesadilla, tan sólo por querer hacer de la vida un puzzle lleno de piezas nuevas que podamos encajar con las que ya tenemos. Piezas, que muchas veces son tan inútiles, que no aportan nada importante, y nos olvidamos de buscar las piezas que sí importan, las que darían verdadero sentido a nuestra vida.

Complicamos todo, los hechos más normales de nuestra existencia, a veces, los transformamos con nuestras dudas, con nuestro egoísmo, con nuestros miedos, en muros altísimos que nos resultan tan difíciles de escalar que desistimos de hacerlo antes de saber si verdaderamente podíamos conseguirlo.

Con nuestra familia, amigos, compañeros, vecinos, nos obcecamos en encontrar aquello que nos separa, mucho más que lo que nos une a ellos. No digo que si hay cosas que uno no puede arreglar, por arte de birlibirloque se arreglen solas, pero en muchas ocasiones tiramos la toalla antes de comenzar la batalla.

Estoy, aunque sólo sea teóricamente, con los que luchan hasta el final, estoy con los que no se rinden, con los que aparcan sus diferencias para comprender al otro, con los que ignoran los convencionalismos si creen que éstos les apartan del ser amado, con los que perdonan y con los que no olvidan, porque olvidar no supone perdonar, sino que cuando se perdona no hay que olvidar el hecho que propició ese perdón, para tener presente que un día fuimos capaces de dar a alguien otra oportunidad, y de que si queremos tenerla también para nosotros, hay que pedir perdón. Lo peor de nosotros mismos es que muchas veces olvidamos o no nos damos cuenta de que herimos al otro, nos falta empatía, ponernos en el lugar de los demás. Tal vez en este mundo haga falta mucha más empatía y muchas menos complicaciones. Me pregunto si existirían todas esas ONGs si hiciéramos mucho más uso de esa empatía.

Otro día más, en el que mi filosofía casera, hace que nazcan dentro de mí todo tipo de dudas existenciales que nadie puede disipar. Otro día más, en el que descubro por enésima vez que me complico la vida absurdamente, lo confieso.

lunes, 5 de diciembre de 2005

Respuesta a Salvador Sostres



Curioso que cuando está a punto de concluir el IV Centenario de la publicación de la obra más universal de la literatura española, "El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha", y, a estas alturas, haya que salir en defensa de nuestra lengua,pero hay cosas que me indignan. Cosas que no puedo dejar de contestar, aunque sea desde la modesta tribuna de mi blog. Espero que, al menos, sirva esta contestación para desechar el exceso de adrenalina que me produce leer estulticias tan inmundas y rastreras que, aunque se caen por su propio peso, necesitan una réplica, o, tal vez, muchas más.

La noticia: http://www.periodistadigital.com/periodismo/object.php?o=243087

En ella comentan la columna firmada por Salvador Sostres, columnista del diario AVUI de Cataluña, en el mes de abril, donde entre otras lindezas aparecen estas:

"El español es de pobres, horteras y analfabetos"

“En Barcelona queda muy hortera hablar en español, yo solo lo hablo con la criada y con algunos empleados. Es de pobres y de horteras, de analfabetos y de gente de poco nivel hablar un idioma que hace un ruido tan espantoso para pronunciar la jota”.

“…en el maravilloso mundo hispánico la pobreza es el único dato. La media de los 13 principales países americanos que tienen el español como lengua, desde Argentina, Chile y Méjico hasta Nicaragua, Honduras y Ecuador, es de 6.209 maltrechos, dólares de renta per cápita”.

“ Hemos de escoger modelo: Noruega o unirnos a la caravana de la miseria. El independentismo en Cataluña esta absolutamente justificado aunque solo sea para huir de la caspa y el polvo, de la tristeza de ser español”.


Sr. Sostres:

Necesitaría muchas páginas y tiempo para enumerarle las grandezas de nuestra lengua, pero sólo le daré unos datos: El idioma español se extiende hoy por todo el planeta; es la segunda lengua más importante del mundo y la tercera más hablada, con 400 millones de hablantes nativos. Se impuso a otros idiomas y lenguas y atravesó el atlántico gracias a los descubridores, conquistadores, misioneros, etc…

Realmente está usted muy desinformado y no tiene ni idea de lo que dice, no conoce la importancia de nuestra lengua y no sabe el significado verdadero de la palabra pobreza y miseria.

La tristeza es que haya paupérrimos y míseros casposos como usted, que miden con la vara del dinero la cultura y la riqueza de un pueblo y de un idioma. El español es manifiestamente rico. Aunque sólo sea para definirle, Sr. Sostres, valgan como muestra unos cuantos botones:

mastuerzo:majadero (hombre necio y porfiado). U. t. c. adj.

imbécil.adj. Alelado, escaso de razón.

soplagaitas. com. coloq. Persona tonta o estúpida.

estulto, ta. (Del lat. stultus). adj. Necio, tonto.

lelo, la. (Voz expr.). adj. Fatuo, simple y como pasmado. U. t. c. s.

etc...etc...

Lástima que para apoyar sus ideas, su lengua o su tierra, tenga que tirar por tierra las de los demás, pobre del que para recorrer su camino necesite verter basura sobre los otros, porque sólo se alzará sobre un montón de estiércol. ¿Conoce la palabra “hedor”? pues es lo que emana de su artículo.