domingo, 31 de diciembre de 2006

Feliz año nuevo, ni más ni menos!!!


Podría formular muchos deseos, podría enumerar decenas de palabras bonitas tanto en su forma como en su significado, evocar utopías un tanto tópicas y típicas, llenar de esdrújulas rimbombantes este espacio, como las anteriores u otras, a saber: Fantástico, mágico, galáctico, apoteósico, orgásmico..., todo para meterlo en un pack precediendo a esas dos palabras: año nuevo.

Pero no, no voy a caer en esa tentación hoy, aunque interiormente tenga mis sueños y mis deseos por cumplir y, lógicamente, ¿o no?, también desee que los que me rodean, familia, vecinos y amigos los cumplan, más teniendo en cuenta que a mí eso no me va a costar nada, es algo gratuito y que queda muy bien decir.

Lo único que deseo de verdad para todos es simplemente un feliz año nuevo, ni más ni menos. Uno puede preguntarse si ese "feliz" no encierra ya un poco todo lo anteriormente expuesto, pero a mí me parece que encierra algo más y que es mucho más sencillo, tanto de hacer como de decir. Procurar la felicidad de los que nos rodean nos hará sentirnos mucho mejor también a nosotros. No hacer la puñeta al de al lado, ese prójimo que, a veces, desconocemos, a pesar de estar pegadito a nosotros.

Lo dicho, feliz año nuevo, ni más ni menos.

sábado, 23 de diciembre de 2006

¡¡Feliz Navidad, feliz reencuentro...!!




Esta Navidad, personalmente, es especial para mí. Mi vida ha dado un giro de 180 grados, y se cumplió mi frase, ésa que, desde hace un tiempo, me repito constantemente: Lo mejor, aún está por llegar. Llegaron cosas buenas, muy buenas y excelentes, doy gracias a Dios por ello y espero seguir con esa racha. Aunque he de reconocer que puse mi esfuerzo y mi trabajo, mi esperanza y mi fe en cada una de las cosas que me propuse.

En estos días en que los tópicos se suceden, vuelvo a casa de mis padres, como el turrón, al reencuentro de las viejas tradiciones de familia, al calor de su cariño y sus mimos. Como cada año, al mismo tiempo que el soniquete de la lotería de Navidad, los primeros villancicos y el ambiente festivo de las luces de la calle, retorna la hija, y se transforma un poco en la niña de las trenzas, que, ilusionada, esperaba que pasaran los días de las fiestas raudos y veloces, para detenerse en un eterno 6 de enero, día de los Reyes Magos.

Allí voy, a empaparme de todo eso, una vez más, antes de pasarles el testigo a mis hijos.

¡Feliz Navidad, feliz reencuentro, felices días familiares, a todos!

lunes, 18 de diciembre de 2006

Curioso dúo: Amaral y Moby

Me gusta la colaboración de Moby con Amaral aunque me sorprenda. El producto, este Escapar cuyo videoclip traigo aqui para que lo escuchéis. Me gusta Amaral, y con Moby suena bien también. Además esta versión de Slipping away dice en su letra algo que me gusta: "Abre las puertas de la percepción, Usa el poder de tu imaginación...Es el principio y el fin...así me siento hoy". En fín, escuchad, bailad, imaginad...



Letras de Canciones

martes, 12 de diciembre de 2006

Joven, ¿Hasta cuándo?

Leo una noticia que viene de Nairobi, cuya fuente es Reuters: “El ministro de Asuntos Juveniles de Kenia, Muhammad Kuti, ha propuesto cambiar la definición legal de joven para extenderla a cualquier persona que tenga entre 15 y 50 años, lo que supone un aumento de 20 años en el límite que normalmente se considera para la juventud”.


Esto me hace reflexionar sobre el asunto de la edad, los años, la juventud, la vejez, en fin, sobre algunas cosillas que quiero compartir aquí con los que me leáis.


Todos hemos tenido alguna vez la impresión de que nuestra edad biológica no se corresponde con el estado de ánimo que tenemos en determinadas etapas de nuestra vida.

Cuando somos jóvenes, nos asalta el deseo de poder tener más edad para conseguir aquello que anhelamos, y cuando los años van viniendo a nosotros, añoramos nuestra juventud, nos sumimos en una nostalgia que, afortunadamente, dura poco tiempo, más que nada porque si viviéramos en una permanente añoranza de los tiempos pasados, no avanzaríamos y nos perderíamos vivencias maravillosas que son patrimonio de las distintas edades del hombre.

Claro que hablo generalizando, porque siempre han existido aquéllos que se niegan en rotundo a aceptar sus años, instalándose en una especie de limbo intemporal, donde, al igual que en el de la Biblia, habitan las almas sin bautizar.

En este caso, el bautismo consistiría en empaparse del agua de la vida, de la aceptación y acogimiento de esos años que nos hacen crecer, madurar, y, mucho ojo, no tienen por qué hacernos envejecer.

En alguna ocasión he conocido jóvenes que presentaban un desencanto tal, que se diría que están en plena senectud. También he conocido ancianos que lo eran sólo en años acumulados y poseían tantas ilusiones y vitalidad, o más, que el número de años vividos.

Por tanto, deduzco que la otra juventud, no la de los años, sino la del espíritu, no tiene límites de tiempo, ni puede ser patrimonio nada más de los que ostentan un número determinado por la fecha de su nacimiento. La juventud viene dada por esa capacidad de asombrarse cada día, por la entrega en los proyectos que emprendamos, por la ilusión que ponemos en las cosas que hacemos y, en definitiva, por la definición que nosotros mismos le demos al hecho de vivir.

La noticia con la que empezaba esta reflexión me parece algo absurda, ya que, a pesar de todo lo dicho anteriormente, existe una división de las etapas en la vida del hombre, atendiendo a su desarrollo, que son:
Pre-natal, Infancia, Niñez, Adolescencia, Juventud, Adultez y Ancianidad.
Cada una cuenta con sus peculiaridades, con una horquilla de edad aproximada, que en cada individuo puede ser diferente dependiendo de factores como el entorno social y cultural pero que, en ningún caso abarcaría un período de 35 años como pretende el ministro de Asuntos Juveniles de Kenya.

Lo cortés no quita lo valiente, o lo que es lo mismo, uno puede ser jovial sin necesidad de ser, por Ley, un eterno adolescente.

martes, 5 de diciembre de 2006

II Edición de los Premios 20Blogs

Animada por mi hija, me he inscrito en esta II Edición de los Premios 20Blogs, que convoca 20minutos.es
más que para ganar ningún premio con el ánimo de pertenecer a esa extensa tela de araña que se alarga y tejemos todos por este vasto mundo de Internet. No aspiro a tener el mejor blog (hay muchos ¡tan buenos!) sino que mis aspiraciones, siendo más sencillas, son mucho más elevadas, ya que formar parte de ese todo enorme que es la red, la www, es formar parte al mismo tiempo de los pilares de este cibernético mundo, porque Internet, y ahora me doy cuenta más que nunca, como Hacienda pero mucho más atractivo, somos todos.

Entre todos los que por aqui pululamos, opinamos, vaciamos nuestras ideas y sentimientos en este cuenco gigantesco, del que todos también bebemos, construimos este lugar, espejo del mundo real muchas veces, y otras, paraíso, oasis, fantasía, sueño, poesía, que camina paralelo, confundiéndo la trama de sus hilos por la gran autopista de la información, que es la base del mismo.

Bueno pues me gusta ser parte de ello, y poner mi granito de arena. Este blog crecerá conmigo, al menos eso espero, y mejor o peor será un hilito, pequeño, eso sí, pero enlazado con millones de hilos más...Y eso hace que me sienta grande, siendo tan pequeña.

sábado, 2 de diciembre de 2006

Personajillos ante el polígrafo

Muy de acuerdo en lo que nos dice Javier Pérez de Albéniz en su sección de El descodificador en el diario El Mundo

Cada vez es más la telebasura que nos meten y para más inri con programas duplicados en unas y otras cadenas, la memez del polígrafo con personajillos de tres al cuarto que se someten al mismo para poner al descubierto sus secretos que a la mayoría de los españoles nos importan un rábano.

La pescadilla se muerde la cola.
"¿Patricia, has sido rechazada sexualmente por Kiko? El polígrafo nos lo dirá después de... escuchar a nuestro compañero Pedro Piqueras". Quien habla es Emma García, presentadora de 'A tu lado' (Telecinco), programa que incluye en su plantilla a la máquina de la verdad y al operario que la maneja. Y quien entra es el director de informativos de Telecinco, quien, con dos cojones y cara de póquer, procede a dar un avance informativo: que si la tregua con ETA, que si la guerra entre partidos, que si el escándalo urbanístico de Mallorca, que si unos paquistaníes se hacen pasar por policías para robar...

Casi se ahoga el pobre Piqueras, y lo peor es que nunca hubiésemos sabido si hubiese muerto de risa o del asco que le daba el lugar donde trabaja. Pero esperen, esperen... Porque Piqueras mantuvo el tipo de mala manera y devolvió la conexión al plató de 'A tu lado'. Emma García se cachondeó de las risas del jefe de informativos y retomó la vieja pregunta... "¿Patricia, has sido rechazada sexualmente por Kiko? Ahora lo sabremos, pero... será después de los consejos publicitarios". ¡Y se fueron a publicidad durante más de 15 minutos, los muy sinvergüenzas!

Exactamente a la misma hora, pero en Antena 3, un programa de similares características sentaba ante otro polígrafo a una tal Yola Berrocal, señorita de exagerados volúmenes artificiales que respondía a preguntas de la calaña de "¿Ha tenido usted relaciones sexuales con toda la plantilla del Navalcarnero Club de Fútbol?".

Hace poco escuché a un presentador de Telecinco (el del 'Tomate') diciendo que hay críticos de televisión que hablan siempre mal de la televisión. "No es que la televisión sea mala", sentenció, "lo que les pasa es que a ellos no les gusta. Deberían dedicarse a otra cosa". No estoy de acuerdo con el señor del 'Tomate'. A mí, por ejemplo, sí me gusta la televisión. No ya la buena, ésa que hay que buscar con lupa en las parrillas, sino simplemente la digna, la que no falta al respeto o a la inteligencia. La que no resulta vergonzosa o vergonzante. La que no ofende, no da asco, no se entromete en la vida privada de la gente.

El mismo presentador, la misma cadena, se quedaron ayer sin emitir 'El marido de Lola', uno de esos esperpentos con ínfulas de documental que promocionan durante semanas y rentabilizan durante meses. Un juez prohibió la emisión del programa. ¿Una victoria de la razón y el buen gusto? De ninguna manera: "Les prometo que verán el reportaje", dijo el presentador, frotándose las manos ante la brutal expectación que sin duda levantaría esta prohibición.