domingo, 8 de abril de 2007

FELIZ PASCUA


¡Qué rápidos pasan los días en vacaciones! Cuando me he querido dar cuenta, apenas si he podido saborear este tiempo con los míos, disfrutar de mis hijos, compartir con mis padres y hermanos unas cuantas comidas y charlas de sobremesa, admirar unas pocas procesiones, ya que la lluvia quiso robar algo del protagonismo a los pasos, sin mermar, eso sí, la belleza de los mismos.

En Alcalá de Henares, preciosa la imagen de la Virgen de la Soledad, así como la de Jesús de Medinaceli, al que tuvieron que poner un plástico después de haber salido por culpa de esa lluvia de la que hablaba, plástico que solamente hizo de barrera contra la lluvia pero no pudo nada con la fuerza de la devoción con la que los fieles miraban la imagen. Incluso con lágrimas en los ojos ¡fuerte es la fe de muchos!, contra viento y marea, contra la "lógica" que otros quieren levantar frente a las tradiciones que unos tachan de anacrónicas, otros de folklóricas en el sentido más peyorativo de la palabra y algunos también de viejas costumbres pasadas de moda.

Lo cierto es que aquí, lloviendo y con un frío impropio de la época, éramos muchos los que nos agolpábamos bajo los paraguas para ver pasar las procesiones, para qué y por qué lo hacía cada uno, es algo que solamente sabemos nosotros. Curiosidad, admiración, costumbre o fe, allí estábamos en un respetuoso silencio que ponía la piel de gallina y no era sólo por el frío.

Hay cosas que trae cada Semana Santa al margen de lo religioso, sabores de la niñez, y que ésta también he saboreado, las torrijas de mi madre, el potaje de vigilia, bacalao y garbanzos. En fin... tradiciones, costumbres, religión de los sentidos que convive con la otra, con la fe, la que da sentido a mi vida.

12 comentarios:

  1. Anónimo12:32 p. m.

    La fe y las creencias de cada uno siempre son repetables, Shiki. Yo particularmente no soy nada creyente, o cada vez menos, pero me encanta la Semana Santa. Vivo en Sevilla y tengo el privilegio de poder asistir cada año a una de las Semanas Santas más espectaculares estéticamente hablando que se puedan dar y rara vez me la pierdo. Me encanta la gente adueñándose de las calles, cada uno por un motivo diferente y todos conviviendo en libertad. Respeto a todos y cada uno de los hermanos nazarenos, costaleros, músicos y los admiro, porque sin ellos, esta maravilla de cada primavera en mi ciudad no sería posible. Religiosamente hablando, la semana santa para mí no significa nada trascendental, pero emotivamente es el sentir de un pueblo que ama la celebración y la vive como lo que es, algo suyo, y me emociona ver la pasión y las ganas que pone mi gente en un empeño de siglos para que todo salga bien. Chapó por mi pueblo, por su buen hacer y por lograr que unas imágenes de madera nos emocionen como si fuesen verdaderos seres humanos.
    Besos.

    ResponderEliminar
  2. Yo no soy muy creyente, pero en cuanto a tradiciones si que creo que deben mantenerse, pues son el encanto de una tierra y sus gentes, por eso debemos conservar todas las tradiciones porque son nuestras raices.

    Besos

    ResponderEliminar
  3. Tengo muy poco que añadir, despues de haber leido los otros dos comentarios, con los que estoy de acuerdo.
    Solamente reiterarles mi respeto, su devoción y su buen hacer.
    Y por supuesto, felicitar a todo el mundo que en cualquier lugar haya colaborado a hacer de estas fechas algo bonito, agradable y muy, muy sentido.
    Saludos, Shikilla, que estés bien.

    ResponderEliminar
  4. Anónimo11:51 p. m.

    No me gusta mucho la Semana Santa,a no ser por poder admirar verdaderas obras de arte, aquí en Murcia, por ejemplo los Salzillos, pero creo que es algo que debe seguir celebrándose ya que es parte de nuestra cultura.

    ResponderEliminar
  5. Procedo de una familia creyente y así me educaron. Misas los domingos a las diez, colegios religiosos... pero he debido salir la oveja negra porque no soy nada religioso aunque mi idea sobre la perosna de Jesús está ahí. Por ello no dejo de reconocer que la semana santa es "grande" por cuanto a tradiciones tiene y para mi, las tradiciones, son historia.

    Gracias por narrarnos estos día y si vuelves por los madriles y mas en concreto por el corredor del henares... estás invitada a un café.

    ResponderEliminar
  6. Shikillaaaaaaa,

    Pues ya has disfrutado más que yo, que pretendía ir a las mil y una procesiones que tenemos en Madrid y ¡toma gastroenteritis al canto!

    En fin, caducado que está el Buen Salvaje.

    Saludos Salvajes.

    ResponderEliminar
  7. Yo es que eso de las tradiciones y las creencias religiosas, no va mucho conmigo. Aunque fíjate, mi hermana también sevillana como yo, es de las que escapa a nuestra tierra y la vive como nadie. Me infunde un gran respeto.
    Me alegro de poder leerte tan relajada. Espero que poco a poco todo vaya volviendo a su cauce.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  8. Anónimo8:45 a. m.

    Ya de vuelta de las vacaciones me paso por aquí para mandarte un fuerte abrazo y agradecerte todas tus visitas, apoyo y comentarios en mi blog.
    Espero que tu "nueva vida" por Barcelona te vaya de fábula.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  9. Shikilla! hay que disfrutar, o al menos intentarlo, de todos los días del año... no solo de las vacaciones. Yo lo intento, aunque es dificil. He estado en Medina del Campo con mi novia, y hemos visto muchísimos pasos, procesiones, etc... impreisonante.
    Abrazos MUY GRANDES!

    ResponderEliminar
  10. Me alegro de que hayas disfrutado de tus hijos estos días. A mí la Semana Santa no me gusta nada, me parece muy deprimente, lo mío es más la Navidad, con luces de colores, fiesta... Lo de los Cristos yacentes y tal no me va demasiado.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  11. Anónimo7:38 p. m.

    Shiki, he pasado varias veces por aquí y veo que desde la pascua sigues ocupada. Pero si es para bien, estupendo :)

    Besos

    ResponderEliminar
  12. Espero con ansiedad el regreso de tu pluma.

    ResponderEliminar

Gracias por dejar tu opinión.