martes, 22 de mayo de 2007

DURA LEX, SED LEX



La noticia:

Alejandro Martínez Singul, conocido como "el segundo violador de L'Eixample" salió este domingo de la prisión de Can Brians (Barcelona) después de pasar 14 de los 65 años a los que fue condenado en 1992 por cinco violaciones, cinco agresiones y cuatro intentos más de agresión sexual.

Martínez Singul "ha cumplido su condena", según fuentes de Justicia, pero según informaba este lunes El Mundo citando fuentes penitenciarias su rehabilitación no está garantizada ya que se sometió sin éxito al programa de rehabilitación de delincuentes sexuales.

El diagnóstico que los médicos forenses hicieron del agresor tras la detención, fue de neurosis agresiva, muy cerca de la psicosis, aunque determinan que esta patología no impedía a Martínez Singul actuar de manera consciente, ni le incapacitaba para entender la gravedad de sus actos, aunque sí interfería, según los peritos, en su autocontrol.

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Después de conocer la noticia no salgo de mi asombro, desde luego la Ley es dura, y me cuesta añadir la segunda parte de esta conocida expresión latina, se me quedan en el aire las dos palabras que siguen porque inmediatamente me surge una pregunta: En este caso concreto, la Ley es dura... ¿para quién?, puedo hacerme una ligera idea de cómo habrán tomado la noticia las 14 víctimas del violador.

Así, a bote pronto, se me ocurre que, paradójicamente, con toda probabilidad la Ley es más dura en este caso para la víctima, quizás también en muchos otros, pero centrándome en éste, me surge, además de la sensación de inseguridad e impotencia, la indignación de que haya salido a la calle un individuo que se sabe no está rehabilitado y que, para más inri, tiene: "neurosis agresiva, muy cerca de la psicosis" aunque esto "no impide a Martínez Singul actuar de manera consciente, ni le incapacita para entender la gravedad de sus actos"...¡SED LEX! (!pero es la Ley!)

También me surgen muchas dudas acerca de la eficacia de las medidas rehabilitadoras que se utilizan en este momento, porque si no son capaces de cumplir con su objetivo, y así lo afirman y reconocen los responsables, en el plazo de 16 años en los que el indivíduo ha estado cumpliendo condena, ¿qué es lo que ha pasado?, y, en estos casos ¿se tira la toalla?, ¿no hay otras medidas alternativas? ¿es eficaz la castración química, aunque imagino que aún será pronto para ver resultados?

Bueno, como véis, muchas dudas fruto de la perplejidad, tal vez fruto de mi ignorancia en temas legales, pero ¡es lo que hay!, además de que pienso que la Ley debería ser dura para quien la quebranta y no para la víctima. Me parece duro que algún día pueda cruzarse cualquiera de las víctimas con su violador en plena calle.

5 comentarios:

  1. Anónimo6:40 p. m.

    La situación de las víctimas en el Derecho español deja açún bastante que desear. Es posible que -fuese cual fuese la ideología dominante en los distintos gobiernos-, el legislador, con complejo de garantista -ya se sabe la ley del péndulo, antes mal trato al reo, incluso sin sentencia firme, ahora todas las garantías y muchas más para él-, digo que el legislador se vuelca en garantizar los derechos del culpable y emplea muchos recursos en procurar su reinserción social, desde la perspectiva de que "más vale tragarse la bilis una vez, si existe la posibilidad de que esta persona no vuelva a delinquier". Pero, ¿que hacer cuando el agresor demuestra una vez y otra la dificultad de su reinserción y los dictámenes de los expertos lo confirman? Ese es el problema.
    Sin embargo, es una lamentable carencia del ordenamiento jurídico español, la escasa y débil canalización de energía social hacia las víctimas. Y eso que se ha avanzado mucho en ese terreno. Pensemos que, hasta hace poco, las mujeres víctimas de agresión sexual tenían que contar en la comisaría a hombres, no uno, sino varios, con todo detalle lo que les había sucedido. Y eso cuando aún se sentían "sucias", "vejadas" y queriendo morir. Y luego en el juicio ¿que? A ver la cara otra vez al agresor y soportar que éste les mirase con chulería y dijese que en muy pocos años la saludaría otra vez por la calle.
    Bueno, señores legisladores: Un ruego, una exigencia: Respeten los derechos del delincuente convicto y confeso, pero arrímenle todo el calor de la sociedad, del gobierno, de los agentes de la ley y el orden, a las pobres víctimas. Y si ya lo hacen... gracias, pero esfuércense más. Ellas lo agradecerán, y la sociedad mejorará. No lo duden. Gracias.

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  2. Hola, Shikilla. Hace tiempo que no comento en tu blog.

    Mi indignación no tiene límites ante este suceso. A este tío no lo deberían haber dejado salir JAMÁS de la cárcel.

    Qué asco de justicia hay en este podrido país.

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  3. ¿Cómo te va , Shikilla?. Espero que más adaptada ya.
    Hay sentencias increiblemente duras, por lo incomprensibles que nos resultan. ¿A quién se condena , realmente, con esta liberación?. Será la ley, o, será el error humano , aplicándola. Saludos

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  4. Anónimo11:09 p. m.

    Yo es que hay cosas que nunca lograré entender, la cárcel no se supone que es para rehabilitar, joder, pues que lo rehabiliten unos cuantos años más.

    ¿y si el tío vuelve a actuar? entonces que harán los jueces...lamentarse.

    Un beso, ¿como va todo?

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  5. Hola Shiki, sólo una frase:
    "La justicia es el pan del pueblo; siempre está hambriento de ella."
    René de Chateaubriand

    ...¿podría decir algo más?.

    Dulce noche

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