jueves, 18 de octubre de 2007

AQUELLOS VIEJOS TEBEOS


Todos hemos tenido, sin duda, libros que nos han entretenido, alegrado o incluso marcado de pequeños, aquéllas primeras lecturas que no eran los libros de texto que nos veíamos obligados a estudiar. ¿Quién no recuerda al Capitán Trueno, el TBO, Pumby, o Antoñita la Fantástica?.

Recuerdo los domingos cuando comenzaba a leer, silabeando, y mi padre nos compraba a mis hermanos y a mí los “tebeos”, nos pasábamos horas leyéndolos, riendo o metiéndonos de lleno en aquéllas historias hechas de “bocadillos” y dibujos.

Para muchos de nosotros volver a tener en nuestras manos un ejemplar de aquéllas colecciones que esperábamos con impaciencia cada domingo y que nos hicieron soñar con aventuras, con príncipes azules o con misteriosos personajes, sería como volver a nuestra infancia.

Muchos de ellos no se han vuelto a reeditar y aunque no son incunables, desde luego, para muchos de nosotros el valor que tienen no es un valor calculable materialmente, porque el recuerdo no se tasa.

Por eso me alegra sobremanera que haya iniciativas como la que ha tenido el webmaster de Para que no se olviden“ una página donde los colaboradores pueden añadir libros que tengan de la Editorial Publicaciones y Ediciones Lagos, S.A. subiéndolos a la web y compartiendo su “tesoro” con otros fans de esas publicaciones.

En su Galería tienen colecciones que en los años ochenta hicieron furor en los niños y adolescentes de la época, tales como: “Como hacer...”, “Guía del Buen Detective”, “El joven científico”, “El joven ingeniero”, etc..



Una buena manera de que aquellos primeros contactos con la literatura, en muchos casos, y también ¿por qué no? en otros, los primeros pasos de una vocación, no se pierdan y, sobre todo, “Para que no se olviden”. A mí me encantaría poder encontrar alguno de aquéllos “Cuentos de Hadas” que eran apaisados, porque, a pesar de que tengo muchos de mis libros de entonces e incluso algún TBO, esos no los he visto nunca en ningún mercado de libros de segunda mano..

Lamentablemente, creo que para los niños de ahora, la idea de pasarse una mañana de domingo leyendo un TBO o cualquier libro de aventuras no es comparable, ni de lejos, con jugar con la Playstation o con la PSP. Quizás me equivoque, pero es lo que veo por mi hijo, si le das a elegir entre vivir una aventura con la imaginación guiado tan sólo por los dibujos y palabras de un libro y poder tener en tu casa a todos los jugadores del FIFA 08 de la PS2 a merced de unos movimientos de tus dedos, pues elijen lo segundo.

¿Estaremos asistiendo a la extinción de una especie: El niño con imaginación?

3 comentarios:

  1. El problema es dejar entrar un "bicharraco" de esos en casa. Juro que en mi tipi no entrarán esos artilugios denominados con siglas (xbox, psp, etc) que dejan pegado al niño al televisor.

    Resistiré con uñas y dientes el asedio publicitario, la conformidad social y los berridos de mis hijos.

    ¡¡¡¡NUNCA!!!!

    Me acuerdo cuando algunos padres se quejaban a los míos de sus hijos "intelectualoides":
    "Ya no sabemos que hacer... ¡se pasa el día leyendo y no sale a la calle a jugar con sus amigos!"

    JAJAJAJAJA

    Saludos salvajes.

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  2. Shiki:

    Me has hecho retroceder un cerro de años. He recordado cuando acudia con mi padre al Rastro, a cambiar "Hazañas Bélicas" de Sánchez Boix. Igualmente, me he vuelto a pasear por la Asturias de mi niñez, cuando el teniente Manolo, un guardia civil recien salido de la Academia, que comía en casa, me daba dinero todos los lunes para ir a comprarle "El Jabato" y "El Capitán Trueno". Yo iba tan contento porque sabía que el miércoles, ambos TBOs, serían mios.

    Shikilla, he retrocedido treinta y cinco años. Gracias.

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  3. Anónimo12:13 p. m.

    Hace poco escribí sobre Ibañez, para mi todo un genio. Mortadelo y Filemón, aun hoy los sigo leyendo a menudo. Mi hijo de ocho años, se tira horas muertas con Mortadelo...eso si, también es capaz de echar unas cuantas con la play...y para eso estoy yo allí , para que no eche tantas...

    Besos

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