domingo, 13 de julio de 2008

INFIDELIDAD


Una de las ventajas de estar separada es que puedes evitarte el mal trago de enterarte que tu pareja te engaña. Claro que también te evitas el placer de pagarle con la misma moneda.

Esta afirmación, deliberadamente frívola, pues esa ha sido mi intención al escribirla, viene a colación porque en una semana me he enterado de dos nuevas separaciones de conocidas mías...¡ y van...! La "supuesta" razón para llegar a eso ha sido la misma en ambos casos: engañadas por sus maridos con chicas mucho más jóvenes que ellas.

¿Por qué digo "supuesta" razón? Porque también en ambos casos y en otros que conozco, la noticia ha sido como una bomba que nadie esperaba, parecían felices, se les veía bien. La reacción de la gente ha sido un poco como cuando la televisión nos muestra algunos casos de malos tratos y casi todos los vecinos y gente que "conocía" a la pareja afirman que eran personas normales, se llevaban bien, y ha sido una sorpresa para todos.

¿De verdad tenemos que creer que las razones por las que una pareja deja atrás años de vida en común y, en muchos casos, hijos, sea nada más por la aparición de una tercera persona?.

Demasiadas veces creemos que conocemos bien a nuestra pareja, damos por hecho cosas que, tal vez, hayan cambiado con los años, y les cortamos por el mismo patrón nuestro: Si nosotros no lo haríamos ¿por qué pensar que iban a hacerlo ellos/as?. Somos como los vecinos que creen conocer la vida del que vive en la puerta de al lado.

A veces, afirmamos categóricamente lo que en realidad no estamos seguros de que sea así, por eso he entrecomillado la palabra "supuesta". A simple vista, la razón de éstas y muchas separaciones es el engaño y la traición, eso duele, duele la mentira, la falta de lealtad, sobre todo. Pero quizás cargamos las tintas en algo que no tiene tanta importancia como eso, hacemos hincapié en el hecho de que por quien abandonan a la pareja, sea una chica más joven, cuando dolería lo mismo si la tercera persona en discordia fuera mayor que la abandonada e incluso duele cuando no hay nadie más.

Tratamos de este modo en hacer recaer la culpa en el que abandona, dejando sin ninguna responsabilidad de la ruptura al otro, al que es abandonado. Muchas veces el que da el primer paso es el más coherente y sincero y le juzgamos malamente.

El engaño nunca es justificable, me parece inmoral jugar con la confianza que te da una persona y más si entre ellos hay un vínculo de amor por medio. Pero no siempre el que abandona, incluso sin haber terceras personas, es el culpable de la ruptura.

Realmente damos demasiada credibilidad a los clichés que, con el tiempo, hemos seguido manteniendo: hombre maduro cae en las redes de chica joven que, con su canto de sirena, y encanto de Lolita, hace a éste perder la cabeza, los papeles y, como consecuencia, la confianza de su pareja y la relación que tenían ¿Qué hay de verdad en esto?.

Hay algo que, según los psicólogos, pasamos por alto muchas veces, la infidelidad llega cuando hay un deseo de cambio por el motivo que sea, algo no marcha bien en la relación y la aventura, si es que la hay, se convierte en el detonante de ese cambio deseado.

Hay muchas razones por las que una persona, al parecer, se puede ver empujada a una aventura: Insatisfacción con la relación, aún queriendo a su pareja, falta de comunicación, distanciamiento, rutina, aburrimiento, falta de emoción, o, sencillamente, que aquéllo que les llevó a unir sus vidas, ya no existe.

Antes de culpar a nadie, creo que deberíamos reflexionar por qué se ha llegado a eso, qué ha pasado y qué se puede hacer por arreglarlo. Más que nada, para que no vuelva a ocurrir.

Tan importante como ver esas razones reales que llevan a la infidelidad, es saber vislumbrar si lo que se hace en muchas relaciones no es alargar una agonía de algo que ya está clínicamente muerto pero por los motivos que sean, se prolonga, llenando el alma de resentimiento y amargura.

Una solución que siempre se apunta y me parece buenísima es la comunicación, recuperar la cercanía perdida con la pareja, hablando con ella.

Damos mucha importancia a cepillarnos los dientes antes de acostarnos, pero ¿Cuántas veces nos acostamos con una espinita clavada, con un malentendido que nos duele, con una duda, y no somos capaces de sacarlo del alma, compartirlo con la pareja y tratar de arreglarlo?

Las caries tienen arreglo mientras se cogen a tiempo, pero cuando la pieza dental está perdida, la única solución es sacarla. Damos más importancia a una caries que a nuestra propia relación de pareja y luego nos quejamos, nos sorprende e incluso colgamos del palo mayor a unos y santificamos a otros, basándonos en ideas preconcebidas.

4 comentarios:

  1. Que puedo agregar a esto..La infidelidad...,mi opinion te la puedo dar cuando este en eso..,fijate que la expresion de tu cara es tan sutil que en este momento soy infiel ...,no soy superficial..,soy romantico..,sere entonces infiel?.
    Pienso ahora revisar que estoy haciendo para mantener mi pareja..
    Ahora, al revisar concluyo: Recuperar el espacio que te han quitado...,relanzar el amor,ser polifacetico en el trato y cariño que des a tu pareja, seguridad ante todo...,Ummm! shikilla...Tienes cafe?.
    Unaco

    ResponderEliminar
  2. Hola,

    Llego desde el blog de PLANETA FERNANDO. Interesante tema el que planteas y muy complejo. Las personas somos complicadas y si nos cuesta entendernos a nosotros mismos, es casi imposible comprender el proceder de los demás ante determinadas situaciones. Creo que la infidelidad no se da sólo hacia otras personas, sino que la infidelidad comienza muchas veces con nosotros mismos, y es entonces cuando empezamos a perder el norte.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. Shikilla,
    Me apeno por tus amigas. Nunca se puede decir de este agua no beberé pero no entiendo el porqué tantos cambian una de más de 40 por otra de menos de 25...
    ¿no nos dijeron que el matrimonio era para siempre? esa es la formación que me dieron. Entiendo que puede haber excepciones pero últimamente la excepción es la norma.
    Qué razón con lo de los dientes.
    Espero que tus amigas estén bien.
    un fuerte abrazo,

    ResponderEliminar
  4. Opino como tú, si no estás bien con alguien lo mejor es decirlo, el engaño es de cobardes.
    Ahora también muchas veces los que actúan correctamente son calumniados por venganza.
    Saludos

    ResponderEliminar

Gracias por dejar tu opinión.