jueves, 4 de septiembre de 2008

ALELO 334


La noticia:
Un estudio sueco revela que la culpa de la infidelidad de los hombres puede ser producida por el gen alelo 334 que les hace más vulnerables a la hora de enfrentarse a una relación estable. Los hombres con el alelo 334 -dos de cada cinco en este estudio- afirmaron tener lazos menos fuertes con sus esposas y, además, éstas reconocieron que se sentían menos satisfechas con sus cónyuges que las que se casaron con hombres sin esta variante genética.

Hace poco tiempo escribí sobre el tema de la infidelidad en una entrada, en la que tras reflexionar y documentarme, por supuesto, en diversas fuentes de psicología, llegaba a una serie de conclusiones en las que me mantengo firme, incluso después de enterarme que señalan como culpable de la falta de compromiso del hombre en las relaciones y de la infidelidad, al gen alelo 334.

Un gen que, por cierto, tiene un nombre que se presta a engaño, pues no es como yo creía y lo confieso, en esta infinita ignorancia mía, sinónimo o pariente de "lelo" o "alelado", ¿a que también lo habéis pensado algunos?, sino que, después de mirar en el diccionario, he descubierto que es la versión corta de "alelomorfo", es decir, cada uno de los genes del par que ocupa el mismo lugar en los cromosomas homólogos. Su expresión determina el mismo carácter o rasgo de organización, como el color de los ojos.

No voy a investigar lo del numerito que luce a modo de apellido, pero ya me parecía a mi que los científicos no iban a bautizar con ese nombre que recuerda tanto a lelo(palabra que significa fatuo, simple y como pasmado), a la excusa perfecta para el hombre infiel o poco dado al compromiso; Le hubieran puesto, por ejemplo, "astigenia" y es una sugerencia personal que les hago, porque une los cuernos con los genes, recordemos que cuando un toro tiene los cuernos finos se le llama "astifino".

De todos modos, pasmadas se quedarán algunas el día en que les de a los hombres por usar y abusar de la excusa del alelo, una, dos y hasta 334 veces. Ya imagino la escena: la mujer, astifina sin remedio, pidiendo explicaciones sobre el carmín en la camisa del susodicho, y a éste, "astigenio" total, mirando al infinito en actitud indolente contestando: El dichoso alelo, otra vez, que no me deja tranquilo.

Pero no es todo tan simple. Hasse Walum, uno de los responsables de la investigación, tenía como objetivo del estudio ayudar en la investigación de patologías caracterizadas por presentar dificultades en las relaciones sociales, como la fobia social o el autismo e indicó que la influencia de los niveles de la hormona vasopresina y las relaciones sociales es “modesta” e insuficiente para predecir de forma exacta el comportamiento futuro de un hombre en una relación de pareja, ya que ahí intervienen otros factores socioculturales.

O sea, que no cuela. Si un hombre huye del compromiso, o es un picaflor que va tirándole los tejos a todas las féminas que se le ponen por delante, desengañémonos, tendrá el alelo pero lo que también tiene es más cara que espalda.

8 comentarios:

  1. Gracias Shikilla,
    Yo, como tú, creo que es más cara que espalda, falta de valores, falta de prioridades...
    Nunca se puede generalizar y puede haber excepciones, pero, ¿por qué ahora hay tanto alelado y ALELADA?. Ellas también tienen el síndrome aunque no tengan el gen...
    Cuando la ciencia se pone... busca "efectos" para todas las "causas".
    Encantado de verte con esta marcha, te mando un beso,

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  2. Pues yo creo que el alelo ese es un camelo. Los únicos culpables de infidelidades son, por este orden:

    - Uno que no es de piedra.
    - Una que ya no, ya no...
    - Otra que buff, está cañón.

    Besos y mas besos.

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  3. Vaya con el "alelo" ese; yo que me pensaba que los alelaos somos los que tendemos más a la monogamia, ¡y mira!

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  4. Mañana mismo voy a que me midan el alelo porque siento un cosquilleo por dentro...que no se yo,...no se yo...
    Besos desalelados.

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  5. La genética vienen siendo la excusa que se cita para exculpar de los más variados desmanes lo que sólo tiene que ver con la voluntad.

    Poner cuernos, en mi opinión, nada tiene que ver con los genes, sino con sucumbir a la tentación, no todo el mundo puede, como Jesús de Nazaret, resistir tal cosa. La carne es débil, la voluntad molicie es la que es vencida por la fuerza del deseo. Así que menos lobos y más, a lo hecho pecho, sino ya me lo veo venir:

    -Manoli, yo te quiero, tú eres la única, yo no tengo la culpa, es el dichoso gen ese. Además debe de ser algo congénito, porque mi padre también era un mujeriego.

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  6. Perd�n, quer�a decir hereditario.

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  7. Me imagino la escena, en la barra de un bar un hombre le dice a una mujer:¡Hola, soy alelo 334 y mi mujer no me comprende...!
    Ja,ja,ja,ja...
    Besotes.

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  8. ¿No se da este alelo en xicas? Yo juraría que algunas lo llevan de serie, y eso compensa.

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