viernes, 12 de septiembre de 2008

¡EL BOSÓN DE HIGGS, NOS LIBRE!


El hombre quiere jugar a ser Dios y, quizás por encontrar respuestas a las preguntas de siempre: ¿quiénes somos, de dónde venimos, hacia dónde vamos?, no ha cejado en el empeño de lograr una explicación que le satisfaga.

Para eso, durante veinte años, diez mil científicos procedentes de unos ochenta y cinco países, han construido el acelerador de partículas llamado “Gran Colisionador de Hadrones” (LHC, por sus siglas en inglés), que nos llevará a los orígenes del Universo simulando el big Bang a una escala pequeñísima, claro.

Según la Comunidad Científica, son muchos los objetivos que se persiguen, muchos los logros que se quieren alcanzar, muchas las teorías que están en juego, pero hay un desafío que prevalece sobre todo lo demás, un desafío que tiene nombre y apellido, el de su descubridor Peter Higgs, el desafío se llama: bosón de Higgs, partícula inestable, que ha sido calificada de “divina” porque muchos investigadores la han estudiado sin haber demostrado su existencia y trae de cabeza desde hace décadas al mundo de la física de las partículas. Me pregunto: ¿Eso quiere decir que persiguen algo que no saben si existe?, no creo ¿verdad?, sería tan absurdo como gastar 4.000 millones de euros para cazar gamusinos. Lo sé, soy ignorante y pido clemencia.

Está bien satisfacer la curiosidad y no seré yo quien me oponga al avance de la ciencia, ¡Dios me libre! , bueno, el bosón de Higgs me libre, pero a mí esto me parece, como jugadora de mus y campeona, todo hay que decirlo, igual que un órdago a la grande cuando en tus manos llevas 3 pitos y un cuatro, vamos, que si te lo ve el contrario, te caes con todo el equipo, o lo que es lo mismo en este caso, que si después de lo que ha costado el LHC, resulta que ese bosón no existe, pues imagino la cara que se les quedará a los pobres científicos. La misma que si tras el big Bang inducido, una vez despejado el ambiente de partículas y otras basurillas, apareciera un triángulo con un señor con melena y larga barba blanca asomándose por él.

Ellos, eso sí, andan desde ayer lanzando haces de protones, como quien lanza globos de esperanza en el aire y que, después de verles en televisión lo felices que estaban dando palmitas, como niños chicos, una no puede pensar que el experimento sea un fracaso. Una no, porque es lega en la materia, pero otros menos legos y tan científicos como los primeros sí que lo piensan: según ellos, el LHC podría desencadenar procesos que serían capaces de provocar la destrucción no solo de la Tierra sino incluso del Universo entero. Optimistas que son ¡vaya!.

Sin embargo su postura es rechazada por la comunidad científica, ya que carece de cualquier respaldo matemático que la apoye, y las matemáticas para esta gente es como la Biblia. Esto sería un alivio para mí si no fuera porque los que rechazan esa postura son los mismos que persiguen esa partícula que todos estudian pero que nadie sabe si existe o no, vamos, los cazadores de gamusinos.

¡Ay!, si el acelerador que han tardado 20 años en construir 10.000 científicos de 85 países, produjera un agujerito negro que, a ser posible, se tragara la desaceleración económica que en 4 años 1 Presidente ha traído a 1 país, yo, que soy lega y bastante ignorante en temas científicos, daría por bien empleado el LHC. ¿O acaso eso es más difícil que encontrar el origen del Universo?

23 comentarios:

  1. No, Shikilla, 1 presidente no ha traido nada; es un poco, bastante, bobo, y grandilocuente, y es desde hace ya tiempo como "the sailor who felt from the grace of the sea", pero el solo no es capaz de traernos nada, ni bueno ni malo. Es mi opinión.

    Y también estoy bastante seguro de que nunca, detrás del polvillo de ninguna deflagración, aparecerá nadie con barbas. En ciencia, pensar en eso está totalmente contraindicado. Esto es algo más que mi opinión.

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  2. Detrás del polvillo, lo que puede aparecer es un cartel con luces que se encienden y se apagan de colores, que seguramente pondrá: ¡HUMANOS, SOIS GILIPOLLAS, OS ESTÁIS CARGANDO LA TIERRA! y un triangulo con un ojo, que con voz cabreada exclamará: ¡ME ESTÁIS CABREANDO Y SUS VAIS A ENTERAR...!

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  3. No sólo lo que dices tú y apunta también Pedro, como comenté el otro día en mi blog, en cuanto pensamos la "jo..." y ahora no solo incrementarán las posibildades de aborto sino que facilitarán la eutanasia... sigamos pensando...
    saludos,

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  4. Hola:
    Y yo. Sí, sí, sí... Me uno a esa petición de clemencia.
    ¿Os imagináis que al final del vuelo, algo, alguien diga... Ehh!!! Mamita que miedo.
    Un beso.

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  5. Eutanasia, aborto y acabarán promocionando cualquier cosa que significa muerte. Empezaron con el Doctor Montes y a saber donde acabarán

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  6. No hay que despreciar el hecho de que el caso del Hospital de Leganés, con su Dr. Montes, fue sobreseido. No es que yo crea mucho en los jueces o en sus decisiones, pero prefiero sus decisiones a las insidias de la extrema derecha. Y lo más curioso es que la derecha y la extrema derecha, que se oponen a muchos cambios legislativos que van a favor de la libre decisión de ciudadanos libres, luego hacen uso de los nuevos derechos sin el menor empacho, y como es lógico, se divorcian, abortan, y en su día harán uso de los recursos para una muerte razonable, cuando proceda.

    Es posible que con esta postura que expreso, yo esté fuera de la corriente de opinión mayoritaria en este blog, y lo digo más por los comentarios que por las entradas.

    No quiero incordiar, Shikilla, solo tienes que insinuarlo.

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  7. Tratandose de una partícula inestable y además divina ¿no se tratará del divino Ibarreche y que por el Big-bang se haya producido la creación de los vascos y las vascas? Ahora empiezo a entender lo del RH y otras particularidades.
    Mira que si estos mil científicos llegan a esta conclusión.

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  8. Pantagruel, no incordias, simplemente disientes de las opiniones anteriores.

    Todas las opiniones son bien recibidas en este blog, es la grandeza de la libertad de expresión, creo en ella, siempre y cuando se respete al otro y no se ofenda a nadie.

    Si lees algunas de mis anteriores entradas, te darán una pista de cuál es mi pensamiento en algunos temas. Estoy contra el aborto como lo estoy contra cualquier crimen, y me manifiesto al respecto en las imágenes de la derecha de mi blog.

    Soy católica, lo cual no quita para que mi entrada, escrita en clave de humor, haga referencia a la existencia de Dios, aceleradores aparte, y que, por cierto, no tienen por qué excluirse. No está contraindicado ser católico y científico, el mismo Mendel era un monje agustino, Torricelli, Marconi, y hasta el postulador de la teoría del Big Bang, Georges Lemâitre, era sacerdote católico.

    El debate enriquece siempre, así que me alegra tu comentario y tu visita, te espero de nuevo por aqui.

    Un saludo

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  9. Gracias por tu respuesta, Shikilla. Si bien es cierto lo que dices de que grandes científicos han tenido creencias religiosas, no lo es menos que la religión pertenece al campo de lo irracional, y que la existencia de dios no es sostenible desde un punto de vista científico, ni puede ser nunca una hipótesis de trabajo, ni para investigar el origen del mundo, o de la vida, ni para saber como funciona el cerebro humano, la caja negra de todas nuestras dichas y desdichas. Contar con dios en ciencia es sustituir miles de problemas de diverso calado por un problema único, enorme e irresoluble. Este hecho incontrovertible hace que los científicos -serios- con creencias religiosas sean una especie de esquizofrénicos y afortunadamente en vias de extinción.

    El divorcio, el matrimonio homosexual, el aborto, la muerte cómoda -¿qué querrá decir digna"?-... son temas que tienen aspectos científicos junto con otros de otra índole, y que cuando se aprueban en las sociedades son utilizados por muchos de sus miembros a los que se les da la capacidad adulta de elegir, sin imponerles nada. Lo que me aterra es que detrás de la oposición a la apertura de nuevos espacios de libertad simpre está la iglesia, la católica y otras, sea abiertamente o a través de sus peones políticos y sociales, según les interese.

    Perdóname, que estoy seguro de que no es hora para filosofías. Un cordial saludo.

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  10. Como soy agnóstico, estoy de acuerdo con la primera frase del primer párrafo de Pantagruel.

    No obstante, discrepo de la segunda; cuando un científico creyente, aborda una investigación, no tiene por qué hacerlo teniendo en cuenta a Dios. Investiga descubre algo y luego medita sobre el descubrimiento, algunos hay que tratan de adecuarlo a sus creencias, modificando postulados más o menos aniguos para que encajen con lo observado, otros ni eso, simplemente exponen lo que hay y no intentan extraer consecuencias.

    Creo que es compatible ser científico y creyente, a pesar de que yo crea que lo que no demuestarn las matemáticas no existe.

    A propósito Shikilla, al igual que con otras partículas, con el bósón primero se ha demostrado su existencia matemática y posteriormente hay que dar evidencias reales de su existencia, observándolo, aunque sea de manera indirecta como viene siendo el caso con partículas tan pequeñas, y en eso están.

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  11. Pantagruel, dices: "El divorcio, el matrimonio homosexual, el aborto, la muerte cómoda -¿qué querrá decir digna"?-... son temas que tienen aspectos científicos junto con otros de otra índole..."

    Creo que sobre relaciones personales, como son todos esos ejemplos que pones, nada tienen que ver los 'aspectos científicos' o racionales, sino sentimentales, es decir, no racionales.

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  12. A. Sánchez, gracias por tus comentarios. Lo que quiero decir es que el científico creyente que utiliza el único metodo ortodoxo que hay en investigación -hipótesis, ensayo, error, rehipótesis- carga sobre sus espaldas con un "conocimiento" irracional que no puede someterse a ese método, y esto sin duda ha de nublar su juicio e introducir ruido en el sistema.

    Con respecto a tu otro comentario, no estoy muy de acuerdo contigo; los item que he nombrado tienen conexión con la antropología, con la biología, con la psicología,... y aunque es cierto que alguna de estas ciencias son empíricas y blandas, ciencias son. Y yendo un poco más lejos, lo racional-científico y lo sentimental no son más que productos de nuestro cerebro, que es pura biología, y nada más que biología, física y química... salvo para los que creen en el "alma", claro.

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  13. Si bien es cierto lo que dices en el primer párrafo, sobre las hipótesis y el ensayo-error, no forzosamente los científicos creyentes tienen merma en su trabajo por cargar con sus creencias, o dicho en tus palabras, esas creencias no forzosamente introducen 'ruido' que distraiga su investigación.

    Ahí tienes a S. Hawking, en su libro "Brevísima historia del tiempo" dice:" ...Si halláramos la respuesta a esto, sería el triunfo último de la razón humana, ya que entonces comprenderíamos la mente de Dios". No parece haberle afectado mucho 'el a uno de los científicos más grandes del S. XX.

    Sobre el segundo párrafo estoy de acuerdo en que tienen que ver con la antropología y con la psicología, pero no con la biología. No creo que cuando alguien decide divorciarse, lo lleve escrito en los genes, ni sea consecuencia de la combustión del oxígeno en las células. La antropología y la psicología son ciencias también ciertamente, pero tratan sobre el hombre, y el hombre posee razón y sentimientos y éstos últimos no dependen de los primeros.

    Un placer debatir educada y respetuosamente en este blog...

    Saludos.

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  14. Creo que Hawking, aunque hace ya mucho que lo leí, quiere decir que cuando comprendamos la mente de dios, dios ya será innecesario...

    Y vuelvo a disentir: todo es fruto de la combustión de O2 en las células, sobre todo en las neuronas. No tenemos otra cosa. Todo lo percibimos y analizamos mediante esa combustión, y por ella reaccionamos, y somos cosncientes. Repito, no hay otra cosa: razón, sentimientos, emociones, creencias... todo está ahí. No podemos saber nada ni percibir nada más que a través de las herramienta cerebral, que es herramienta de sí misma. Cuando esa herramienta se desintegra se desintegra su portador (el Alzheimer es un buen ejemplo).

    Por otra parte, hace poco se hablaba aquí del famoso gen de la infidelidad; probablemente eso sea algo más que una broma, aunque por nuestra complejidad biológica los genes condicionan nuestro comportamiento en menor medida que lo hacen en los periquitos, por poner un ejemplo. Los sentimientos no dependen de la razón, pero ambas cosas son producto de la misma cosa: el cerebro humano, una máquina supercompleja, fruto de la evolución biológica, y que se ha marcado el reto de entenderse a sí misma, y de entender todo lo que le rodea, de lo que solo tiene sesgados atisbos. En este desafío, la religión y otras explicaciones "reveladas" solo pueden meter ruido y enlentecer el proceso.

    Lamento estar tan espeso, y tan pesao.

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  15. Perdonad todos, también, por mi insistencia y pesadez.

    No, Hawking no quiere decir eso que indicas, pues, si Dios no es necesario no hace falta entender su mente, porque al no ser necesario para alguien en particular, tampoco existe para ese alguien en particular. Es decir, si se quiere entender la mente de Dios es porque se cree que existe, de lo contrario se pierde el tiempo y los científicos no son gente ociosa que malgaste su tiempo.

    En cuanto a que todo se reduce a la combustión de O2, pues es cierto, pero sólo para cuestiones meramente somáticas, y a mi entender los sentimientos y las emociones no lo son, si no los animales que también necesitan para la vida de la combustión de O2tendrían capacidad de razonar.

    Un abrazo.

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  16. En mi humilde opinión, comprender la mente de dios es hacerle innecesario y destruirle; es una metáfora, claro.

    Lo de los animales es un silogismo trucado; no todo lo que se basa en la combustión de O2 ha de razonar, ni la hoguera, ni la ameba, ni el elefante; es solo cuestión de organización y complejidad del sistema nervioso donde lo hay. Ahí radica todo.

    En tu blog, en una entrada reciente, tienes enlazada una interesante carta de Dawkins, biólogo evolucionista autor de la teoría del gen egoista, que dirige a su hija de 10 años, y cuya lectura es recomendable para los aficionados a la filosofía del conocimiento.

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  17. En fin, no quiero ser el último en argumentar y podríamos despachar tiempo y tiempo dándole vueltas al asunto, yo diciendo que no me tomaría mucho tiempo en destruir lo que creo que no existe y exponiendo una vez más que precisamente por lo que tú mismo dices, no todo lo que quema O2 tiene raciocinio, tampoco, y por eso mismo se deduce que tenga que tener sentimiento y emoción o lo que es lo mismo, el sentimiento no depende de la biología. Por supuesto doy por hecho que tú seguirías contraargumentando.

    Cambiando de tercio, es cierto, la carta de Dawkins es muy interesante, y la puse en mi bitácora precisamente porque muchas de las razones que has expuesto aquí las comparto, en realidad empecé diciendo que soy agnóstico y que las evidencias, matemáticas es la palabra que usé, es lo único válido o suscepctible de ser creído.

    Saludos y disculpad la perorata.

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  18. El científico serio no busca para nada destruir a dios, no compite con él, no le interesa; la destrucción de dios es una consecuencia indirecta de sus avances.

    Con respecto a los sentimientos, y para no repetir mis argumentos, que sin duda he expresado mal, si no dependen de la biología, ¿de qué dependen? La concepción dual del humano -cuerpo y alma, cerebro y espíritu- es algo insostenible por la ciencia, y más aun para un agnóstico.

    Buenas noches.

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  19. Exacto, el científico serio no busca la destrucción de dios, es una consecuencia de sus avances... para nosotros los ateos o simplemente agnósticos, pero no para todos los demás. De ahí que la frase que he puesto de Hawking tenga sentido para un creyente y para él que no se hubiera preocupado de escribirla entonces.

    Yo también me expreso mal y, además hemos perdido el hilo y nos hemos ido por otros derroteros.

    El hombre, para mí es dual, tiene una parte física o soma y otra racional, otros la llaman espiritual, platón la llamaba alma, si bien están relacionadas y convergen en un cuerpo determinado.

    Yo entiendo que la decisión que toma una persona, y retomo el hilo que ha iniciado el debate, en torno al divorcio o su modo de ver el aborto, por ejemplo, no es cuestión de querellas científicas sino de valoraciones éticas y morales y de esto cada uno tiene las suyas. Cuando alguien se propone divorciarse, la decisión no depende del resultado de una ecuación diferencial o de las leyes fundamentales de la física o la naturaleza, sino del análisis moral que hace la persona al respecto, continúo, cuando alguien está a favor del aborto esta decisión no depende de la reacción química de los elementos contenidos en una dendrita de una neurona, pues la respuesta, si eso fuese así, sería para todos los humanos igual, y eso no se da, cada persona da una respuesta distinta a un mismo problema moral. Una de las premisas de la ciencia es que para que una ley sea aceptada como verdadera debe cumplirse de la misma forma y estrictamente para todos los casos sin excepción. Así que algo más hay que nos hace ser diferentes y que no tiene que ver con la biología.

    Que conste que hago de abogado del diablo, porque yo entiendo que la evidencia es lo único aceptable para creer, pero el agnóstico asume que no todo es conocido, de momento, y que por tanto otros pueden pensar distinto porque esperan poderlo demostar algún día, aunque sea el del juicio final.

    El agnóstico no cree si no ve, como Santo Tomás, pero piensa que otros pueden creer porque no todo lo conocemos y sigue habiendo cosas por descubrir.

    Saludos

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  20. Asisto como espectadora a vuestro debate, Pantagruel y a.sánchez, reconociendo que me parece interesante y enriquecedor.

    No obstante, desde mi punto de vista de creyente, persona de fe, difiero de algunos planteamientos que, seguro, no sabré exponer tan acertadamente como vosotros los vuestros, dado que lo que mueve mis convicciones, no es demostrable empíricamente.

    Insisto, sin embargo, en que no son incompatibles ni excluyentes entre sí la ciencia y la fe.

    Personalmente, me parece mucho más generosa y razonable la postura de quien se declara agnóstico, es decir que no conoce a Dios, que la "intolerante" postura de quienes niegan categóricamente su existencia, es decir, los ateos; Porque si bien los primeros pueden asumir el avance de la ciencia de una manera mucho más neutral, con la puerta abierta a que pueda darse ese "conocimiento de Dios", los segundos niegan toda posibilidad basándose únicamente en su concepción filosófica materialista, en su incredulidad.

    Reconozco que la fe me da respuestas a la vez que da un sentido a mi vida y, sobre todo, nada en la ciencia me ha hecho ver todavía que ha encontrado la verdad absoluta, es más, es bien sabido que cuanto más avanza, surgen nuevos interrogantes. Sin embargo, contemplando la maravilla de la Creación, no puedo pensar que sea fruto de una casualidad, que no tenga detrás a Alguien.

    Gracias a los dos por haber querido utilizar este lugar en vuestro debate.

    Terminaré con una frase de Goethe, que creo que resume lo que de verdad el hombre siempre ha perseguido:

    "El tema más profundo de la historia del mundo
    y de la humanidad, al que todos los demás temas se subordinan,
    sigue siendo realmente el conflicto entre la incredulidad y la fe".

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  21. Shikilla, gracias por cerrar nustro debate con hermosas palabras, que además contienen comprensión y esperanza. Yo me declaraba agnóstico hasta que un colega me dijo que un agnóstico era un ateo un poco cobarde :-)

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  22. Un placer, Pantagruel, Shikilla, discutir razonadamente con vosotros. Permíteme Pantagruel que modifique un poco la frase de tu amigo, un agnóstico es un ateo prudente. Me recuerda un poco la frase de Pere Calders, un pesimista es un optimista informado...

    Gracias a los dos.

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  23. No somos capaces de entender cosas tan recientes... (¿ejemplos? ¿qué pasó en Bosnia, hacia dónde miraba Javier Solana cuando masacraban a miles y miles de personas?)...y algunos se empeñan en averiguar qué pasó al principio. Estoy convencido de que nos engañan y que detrás de tanto deseo dulcificado se encuentran intereses tan poco altruistas como recursos energéticos nada alternativos.

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