martes, 26 de enero de 2010

CAUSAS AJENAS A MI VOLUNTAD...


Hacen que esté estos días casi fuera de juego y no pueda ni escribir entradas ni apenas comentar, como habréis podido comprobar. Todo por culpa de la informática "maldita y bendita a la vez" ya que si de igual modo me acerca a todos, también me aleja si tengo problemas con el pc. En este caso los dos que tengo están mal, uno porque se me ha ido a hacer gárgaras, estoy viendo a ver si puedo, por lo menos, recuperar las fotos y algunos archivos, ya que no soy una mujer previsora y no he hecho copias de seguridad, (ya me he dicho yo de todo, no os molestéis).

El otro, está también para pocos trotes, con lo cual estoy como véis muuuuuy mal, más que nada porque echo de menos mis ratos nocturnos leyendo, comentando y escribiendo en la blogosfera. Permitidme que llore un poco (buaaaaaaaaaaaa).

Bueno, después de ese desliz infantil y que obedece un poco a esta costumbre de muchas noches y noches y noches y algún que otro día embebida en la lectura de vuestros blogs y este quitarme casi de sopetón de todo este mundo, tengo que deciros que aunque las causas son ajenas a mi voluntad, los remedios que pondré serán muy míos. ¡Vamos! que estoy manos a la obra para volver pronto.

Un abrazo a todos e iré comentando con cuentagotas, lo que me permitan estas máquinas del diablo (que tanto me gustan), con perdón.

NOTA: La imagen, gracias a Dios, no pertenece a ninguno de mis dos ordenadores. La he puesto para darme ánimos y ver que hay averías peores...

domingo, 17 de enero de 2010

LA SOLEDAD DE LOS VIVOS


El doce de enero, la naturaleza desatada, enloquecida, alcanzó 7 puntos en la escala de Ritcher y sacudió la tierra en Haití, pero nos estremeció a todos, o al menos, debería haber sacudido también nuestras conciencias, porque cuando todavía se oyen las voces de los niños sepultados bajo los escombros de las escuelas o cuando tres millones de haitianos han sido afectados por el seísmo, todo lo que no sea pensar en ayudarles en la medida de nuestras posibilidades, como ya se está haciendo, con personal, material, donativos, oración, etc... parece frívolo y superficial.

Confieso que no quería escribir sobre este tema, más que nada porque, después de ver las imágenes totalmente desoladoras y leer las noticias y testimonios de los supervivientes, a una se le queda el corazón tan hecho trizas, que cualquier palabra que pueda salir de sus labios, cualquier frase que pueda escribir para intentar expresar el sentimiento que nace de tal desolación, sería minúscula al lado de la inmensa tragedia y, en su propia pequeñez, no sería capaz de transportar ni siquiera un ápice de ese horror que siento. No puedo ver las noticias del terremoto en la televisión sin derramar alguna lágrima. A veces, soy tan cobarde que he de cerrar los ojos.

Pero ojalá con no verlas bastara para que no se hubieran producido nunca, ojalá con cerrar los ojos desapareciera el dolor y fueran mentira esas miradas clavadas en la cámara fotográfica o de televisión, como puñales, que te parten el alma, de los que sobreviven vagando de un lado para otro buscando a su familia o una razón, o un por qué, o algo que llevarse a la boca, y se dan de bruces con la muerte y de bruces, también, con la vida, su vida, para llevarla a cuestas. Castigo y suerte para llorar al ausente y consolar al que queda, para enterrar a los muertos y curar a los heridos. Contradigo a Bécquer y grito: Dios mío, ¡qué solos se quedan los vivos!.

lunes, 11 de enero de 2010

ESPAÑA HELADA


España se queda helada, se cubre de un manto blanco y convierte sus carreteras en pistas de patinaje sobre hielo cuando no en largas alfombras de nieve donde el peligro acecha en cada curva. Será para compensar ese calentamiento global del que hablan los entendidos y que yo no comprendo muy bien, sobre todo después de ver cómo hoy ha nevado en este Badajoz del alma, en el que hacía muchos años que, al menos yo, no veía nevar, y aunque no ha cuajado, de momento, me ha gustado contemplar la elegancia, suavidad, blancura de los copos al caer.

Pero voy a lo que voy, España se queda helada y los españoles también, aunque es verdad que algunos más que otros; aquéllos que caminaban con la venda en los ojos, poniendo acento circunflejo a sus cejas y que, tal vez por esa razón, no podían ni siquiera sospechar que se estaban perdiendo gran parte de la realidad, se les debe haber quedado el cuerpo como un témpano al constatar algunas cosas.

Por ejemplo, que aunque Zapatero dijera en una entrevista en Punto Radio en febrero de 2008 que los parados no son parados sino que: "Son personas que se han apuntado al paro, que no es lo mismo, porque al paro se apuntan personas permanentemente en busca de empleo", resulta que a fecha de hoy en España hay casi cuatro millones de parados o como diría Zp: “cuatro (4) millones de personas que se han apuntado al paro en busca de empleo” ¡vaya usted a saber por qué peregrina razon!.

Por cierto, en la misma entrevista del año 2008 también negó que España estuviera atravesando una crisis económica y defendió que el país contaba con "una economía solvente”, esto sí que es para quedarse como un polo de Frigo, teniendo en cuenta que se han cerrado 1,2 millones de empresas en el último año en España, entre otros datos a modo de ejemplo.

Pero, en realidad, quien se ha quedado de verdad helado ha sido el propio Zapatero cuando una periodista, en una actitud completamente “insólita” ha puesto en tela de juicio su capacidad para presidir la UE, aunque solamente sea por unos meses, y en un arranque de chulería José Luis Rodríguez Zapatero ha lanzado un órdago a la grande, (¡otro más!) diciendo: “España está a punto de salir de la crisis, si no lo ha hecho ya”.

Imagino que a los presentes, les darían ganas de asomarse a la ventana a ver si veían aparecer a la crisis en la puerta de la Moncloa, diciendo adiós a España y a su querido Presidente.

¡Qué grandes momentos nos va a regalar este hombre mientras dure la Presidencia de la UE!, momentos que, dicho sea de paso, a unos les servirán para acrecentar su admiración ciega por el gran líder de la Alianza de las Civilizaciones, y a otros para escondernos debajo de la mesa, por aquello de la vergüenza ajena, conociendo las perlas que suelta por esa boquita.

Por cierto, ¿Sabíais que la megalomanía se define en psiquiatría como la sobreestimación delirante de las propias capacidades. Delirio de grandezas; convicción irracional de la propia riqueza, fama o poder. No es una enfermedad por sí misma mientras no alcanza el nivel de delirio, de obsesión, de carácter claramente patológico. Cuando adquieren la misma intensidad que las depresiones, pero en el polo opuesto, o si se alternan con éstas, constituyen un serio peligro no sólo para el que sufre estos accesos de delirio, sino para todo el entorno que los ha de sufrir?.

Pues eso, que nunca te acostarás sin saber una cosa más.

domingo, 3 de enero de 2010

FELIZ AÑO NUEVO


Queridos amigos:
Ha comenzado un nuevo año, un interrogante abierto desde el uno de enero que se cerrará en el momento que preparamos la uvas para recibir a su sucesor, el 31 de diciembre. Entro en el 2010 con el sonido de la última campanada resonando en mis oídos, el sabor de las uvas en la boca y el calor de los besos y abrazos de la familia y amigos, con los que compartí la Nochevieja, envolviéndome en un dulce y tranquilizador rumor de olas de cariño, soy afortunada, pienso, me quieren y quiero. Hubo lágrimas rodando por la mejilla, emoción contenida recordando a quienes no están, por distintos motivos, (siempre hay alguien que no está y desearíamos que estuviera).

Reparto buenos deseos para todos y atravieso el umbral del año nuevo pertrechada también de buenos, buenísimos propósitos que espero, como siempre, cumplir; que lo haga o no es harina de otro costal.

Me pregunto por qué hay esa inclinación general a prometernos a nosotros mismos, y lo que es peor, prometer a los demás (padres, hijos, parejas, etc..) la realización de hazañas, a veces heroicas, tan solo por el hecho de que comienza un nuevo año. Dejar de fumar, adelgazar, aprender inglés de una puñetera vez o mantener la costumbre diaria de hacer deporte, son tan sólo un ejemplo de esos buenos propósitos en los que queremos embarcarnos, creo que se debe a que el cava y los caldos generosos de la cena de Nochevieja, nos infunden un valor y arrojo virtual que ni por asomo tenemos y de lo cual nos damos cuenta cuando en marzo o abril somos conscientes de que nunca seremos capaces de cumplir todo aquello que prometimos en la noche del 31 de diciembre, y nos daríamos con un canto en los dientes si, al menos, salimos a andar los días impares una hora (siempre que no llueva o no haga excesivo calor, ni excesivo frio…).

De todos modos, es una costumbre tan extendida, un error tan común a todos, que siempre somos indulgentes con los propósitos ajenos incumplidos y, por supuesto, con los nuestros. Algunos de nuestros buenos propósitos son viejos conocidos, han atravesado con nosotros el umbral de los años tantas veces, que forman parte de nuestra personalidad, sí, yo no sería la misma sin algunos de ellos, aunque reconozco que he cumplido algunos como dejar de fumar (síiiiiiiiii, bien por miiiiiiiii por enésima vez), de lo cual me alegro, ya que ahora se va a poner difícil para los que aún se apegan al cigarrillo, si una cosa tiene de buena este Gobierno, y ¡mira que son pocas! Es ese afán exterminador para con los fumadores (¡¡vosotros podéis dejarlo, yo pude!!).

Mirad, amigos, lo mejor de los años nuevos es que seguimos vivos, seguimos estando aquí, con o sin buenos propósitos. Vivimos, y la vida es una mezcla tan singular de tantas y tantas cosas que merece la pena vivirla, apoyarla siempre y luchar porque otros la vivan.

Os deseo a todos un feliz año nuevo.