domingo, 18 de abril de 2010

NUESTRA PEQUEÑEZ


Lo hemos oído, leído y visto en las noticias, hay una lluvia de ceniza que paraliza Europa en sus comunicaciones aéreas, el culpable es un volcán de nombre impronunciable, al menos para los que no dominamos la lengua islandesa: “Eyjafjallajökull”, .

Lamentablemente, no ha sido el único ejemplo en los últimos meses de cómo la Naturaleza se rebela contra el hombre de manera completamente destructiva, no en este caso concreto que, al fin y al cabo, si no vamos a tomar un avión o tengamos intención de respirar directamente el polvillo, no puede hacernos demasiado daño, pero esto me ha dado que pensar; me he puesto a reflexionar sobre la pequeñez del hombre que, por mucho que se empeñe, en realidad, no puede dominar la Naturaleza, salvo en algunos contados casos en los que ésta no desata su furia.

Terremotos, tifones, inundaciones, tsunamis, volcanes en erupción, se han sucedido en la última década. La Oficina de la ONU para la Reducción de Desastres (ISDR) estimó que en los últimos 10 años han ocurrido unos 3.800 desastres naturales que costaron la vida a más de 780.000 personas, de los cuales el 60 % fueron a causa de terremotos.

El hombre lucha contra la fuerza de la Naturaleza, pero ésta sigue ganándole la batalla, a veces de manera violenta como en el caso de Haití, y otras veces de modo continuado como las sequías, enfermedades que merman la población, etc…Por si fuera poco, además, es el mismo hombre el que acelera con sus acciones el efecto destructor de la Naturaleza o incluso destruye poco a poco el medio ambiente.

Lo que deberíamos tener claro todos es que somos pequeños, a pesar de la grandeza del hombre como obra maestra de Dios, la verdad es que el hombre tiene que aceptar su pequeñez respecto a la magnificencia de la Naturaleza, del Macrocosmos; somos muy vulnerables, apenas una leve y minúscula existencia entre millones y millones de seres humanos con los mismos o parecidos deseos de trascendencia que nosotros.

Nuestra soberbia y falta de humildad nos impide ver más allá de nuestras narices, pero basta una ojeada a cualquier comparativa de tamaños entre nuestro querido Planeta Tierra y la Gigante Roja Antares, por ejemplo, para darnos cuenta de que no somos nada más que polvo, algunos, como Carl Sagan, dicen que polvo de estrellas, pero bien podía ser polvo de ceniza, de esa ceniza que hoy llueve en media Europa.

Tal vez, como decía Julio Garrido Malaver, poeta peruano:

Quizá la Vida sea
solamente
afán de regresar
a lo que fuimos..

Ahora ya lo sé:
bueno es morir,
¡Y después levantarse !

22 comentarios:

  1. Shikilla, no hay mucha humildad en eso de creer que el hombre es la obra maestra de dios. (La mujer, quizás... aunque si fuera así se lo ha hecho pagar muy caro ;-)

    Besinos.

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  2. ¿Quién dirías tú que lo es, si no es el hombre y la mujer, (que he hablado genéricamente)?.

    De todos modos, el hombre y la mujer, aunque sean la obra maestra, también son/somos bobos, no paramos de tirar piedras a nuestro tejado, es decir, no paramos de fastidiar la bóveda celeste, que diría el poeta.

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  3. En mi humilde opinión, querida Shikilla, el planeta tierra que se encuentra superpoblado, no hace más que lo mismo que el perro que está lleno de pulgas, se sacude para quitárselas de encima.
    Un beso.

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  4. Ya sé que hablabas genéricamente, yo hablaba en broma.

    Tú sabes, Shikilla, que hay quienes no creen en dios, y por tanto les resulta ridículo hablar de sus obras, maestras o no. Un respetuoso silencio ante lo que no conocemos, y la obra maestra, la naturaleza toda, a la que vemos evolucionar, cambiar, sin que sepamos cómo, por qué, o para qué. Estamos ahí inmersos y solo podemos hacer preguntas, la mayoría sin respuesta. Dios no es respuesta razonable; no es respuesta.

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  5. Se nos está enfadando... Nos está avisando...

    Besos, guapi.

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  6. Me ha recordado tu entrada un video que ví hace tiempo sobre lo pequeña que era la tierra ante el universo. Contemplarlo de forma visual, me asombró. Más tarde pensé en nuestra pequeñez ante el planeta tierra y por consiguiente en nuestra "casi nada" en el universo. Y ahí es cuando acabé de sorpenderme. Dios se hace igual que esa "casi nada" el resto... ya lo conoces. A ver si encuentro tiempo para buscar e video, ya lo he intentado , pero no recuerdo como lo encontré. Como Santa Teresa digo ."La paciencia todo lo alcanza" Un beso

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  7. Anónimo9:32 p. m.

    Sii, la verdad es que estos hechos naturales dan que pensar, desde luego...que se lo digan a las compañias aéreas...jajaj

    Mercedes

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  8. ¡Lo encontré! Verás lo pequeño que somos.

    Pincha aquí

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  9. Terly, buena comparación, somos como pulguitas en realidad.

    Besos

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  10. Panta, Dios no es tu respuesta, pero sí que puede ser para otros muchos. El hecho de no encontrar respuestas a muchas de nuestras preguntas, no quiere decir que no la tengan.

    Fíjate que la única respuesta razonable a todo para mí sí que es Dios.

    Besines

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  11. Sí, Jesús, parece que es como el perro que decía Terly pero con malas pulgas, claro que si nosotros somos las pulgas...uf! no dice nada bueno de nosotros.

    Un beso

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  12. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  13. Angelo, la paciencia es una virtud muy elogiable. Dios es infinito en lo grande y en lo pequeño, así lo veo yo.



    Un abrazo

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  14. Mercedes, es que a veces nos olvidamos el préstamo que nos habéis hecho los hijos de la tierra y creemos que es nuestra.

    Un beso

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  15. Fotelias, precioso el vídeo. Gracias.

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  16. Angelo, gracias por traerlo, es impresionante, me ha encantado y he vuelto a comprobar la grandeza de la obra de Dios.

    Un abrazo

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  17. Ya sabes, Shikilla, para mí dios no es una respuesta, sino una enorme pregunta que no da respuesta a nada. Todas las preguntas se resumen en otra gran pregunta: dios. Quizás eso os resulta tranquilizador a los creyentes, que como el fundador dijo, os haceis como niños. Me parece estupendo. Besinos por la mañana.

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  18. ¡Cuánta importancia nos damos para lo insignificantes que somos...!
    ¡Piltrafillas, somos unos piltrafillas...!

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  19. Panta, ahí le has dao! yo, desde luego, soy una niña! y a ver quién dice lo contrario.

    Un beso

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  20. Pedro, pero hay piltrafillas y piltrafillas, eh!

    Tú eres de los piltrafillas buenos.

    Un beso

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  21. Sí, una niña bastante desarrollaína, en el buen sentido de la palabra :-)

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  22. Es que formamos parte de todo eso que aparece un día, se da un paseito, a veces tiene la suerte de conocer a gentes agradables, y después termina...

    Qué suerte que un día alguien pusiese en mis manos algo, que no es exactamente un vehículo y que me ha permitido contactar, aunque sea en espíritu, con gentes que valen la pena... no querrás que sea más claro, ¿verdad?

    Un beso y será lo que será, como dice una vieja canción.

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