miércoles, 4 de mayo de 2011

NADA ES LO QUE PARECE


Nos hemos puesto en Mayo casi sin darnos cuenta, sin dejar del todo ese “Abril de aguas mil”, dibujante de paisajes de paraguas abiertos durante la Semana Santa, que ha dejado rodar gotas de lluvia y lágrimas, en las calles y en la cara de los penitentes y miembros de Hermandades religiosas.

Los cenadores con sillas vacías y toldos empapados han mostrado la frustrada esperanza de los hosteleros de poner bálsamos en las heridas de la crisis y se han aguado los planes de bronceado de muchos españolitos que querían adelantar vacaciones veraniegas.

Nos hemos puesto en Mayo y parece que hemos dejado Abril, pero solo lo parece, porque se ha quedado saludando al sucesor en esto del calendario, de la mejor manera que sabe este mes Abrileño, con agua, y es que es como el alumno inquieto, revoltoso y juguetón de la clase; Sin embargo, es el que cae bien a todo el mundo, sí, porque con él empieza el descubrimiento paulatino de las carnes escondidas durante el invierno, las primeras mangas cortas y rodillas desnudas al aire, porque como dice el refrán “En Abril, sale la espiga del cubil”, “En Abril la flor empieza a lucir” y también, “En Abril se quita la vieja el mandil”, aunque hay otro refrán más prudente que dice “Hasta el cuarenta de Mayo, no te quites el sayo”, que es la voz de la cordura para que no nos hagamos ilusiones vanas.

Nos hemos puesto en Mayo, ya hace cuatro días y medio, y resulta que ahora llega la Feria de Abril, ¿no había pasado Abril? ¿no decíamos que nos habíamos puesto en Mayo? Parece una contradicción, ¿verdad?, Pero es que ya os he dicho que Abril no se va, no quiere irse ¡a saber por qué!; Quizás para hacernos saber que nada es lo que parece, amigos, y lo que creemos perdido no lo es tanto, y lo que imaginamos que se ha ido, está aquí, o quizás para avisarnos que hemos de tener cuidado porque el engaño está a la vuelta de la esquina y lo que creíamos nuestro y para siempre, no es de nadie o es de todos y nunca lo tuvimos ni fue nuestro. Contradicciones, como que a mí me guste tanto la Feria de Abril de Sevilla cuando yo a Sevilla voy en febrero y en marzo e incluso en mayo pero no voy en Abril ni voy a la Feria.

Nos hemos puesto en Mayo y queremos creer que el mundo es un poco más libre, no por haber pasado de mes, sino por haber cercenado al terror una mano o las dos, o los pies o la cabeza, que todo pudiera ser...¡o nada!. que hasta en eso lo que parece pudiera no serlo.

Nos hemos puesto en Mayo y nada es lo que parece, todo tiene dos lecturas, o tres o las que hagan falta, hasta que cuadren las fechas o las intenciones o el corazón encaje con la cabeza, y el alma con lo que te pida el cuerpo.

Nos hemos puesto en Mayo, y hay un mundo a mis pies que se ha caído, y quisiera con todo el corazón ,más que Abril se quedara, que volviera Marzo y andando atrás llegaran otros calendarios que hoy están sin hojas, para volver a vestirles con los días felices que vivimos, para volver a todas las primeras veces de las cosas buenas. Volver a los mojitos y a las olas del mar, al horizonte azul y a los naranjos, al lugar donde el techo tiene escritas citas célebres y yendo atrás en el tiempo, a los lazos de seda de los domingos, cuando de niña iba a Misa de doce con mi familia.

Creemos a pies juntillas en ídolos prefabricados, construimos castillos en el aire que se nos antojan eternos, y miramos a los ojos del otro confiados, y luego nos damos de bruces contra la dura realidad, tal vez por ir mirando donde no debemos, creyendo imposibles o construyendo castillos sobre débiles cimientos

Pero nos hemos puesto en Mayo, y solo nos queda una opción: vivir y ganar la batalla al desaliento, porque la otra opción es cobarde y ni yo, ni vosotros, estoy segura, sabemos cruzarnos de brazos y porque también mayo tiene refranes: “Febrero revuelto, marzo ventoso y abril lluvioso, sacan a mayo florido y hermoso”. ¡Quién sabe! A lo mejor ahora nos toca la flor y la belleza de un mayo esperanzador.

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