LA HISTORIA ENTELADA (Microrrelato)

 (Nota: Este microrrelato de 250 palabras fue presentado en el concurso de microrrelatos de una Librería de Badajoz. La condición para participar era comenzar con cualquiera de las frases que daban y con las que comenzaban algunas obras famosas de la Literatura. Elegí "Marley estaba muerto, eso para empezar" con que comienza "Cuento de Navidad" de Charles Dickens. Espero que os guste..........Ah! ¡no ganó ni quedó finalista, ni nada de nada!, pero resumir en 250 palabras todo lo que la imaginación traía a mi mente con esa frase, fue un ejercicio difícil que me basta para publicarlo aqui.

LA HISTORIA ENTELADA.-

Marley estaba muerto, eso para empezar. De nada valía hacerse reproches. Fue un alma rebelde que nunca se atuvo a reglas, ni domeñó sus acciones con bridas sociales que, por ser descendiente de quien era, debería haber tomado fuertemente, sin dejar que ese afán incontrolado de libertad, le hiciera desbocar su vida, como un caballo salvaje.

Ella siempre pensó que no encajaba en aquella familia encorsetada y rancia; Una colección de momias ancladas en un pasado, que habitaba en cada estancia de aquel caserón, donde el tiempo agonizaba permanentemente. Los dormitorios, parecían haber sido decorados para ahogar cualquier grito o gemido nacido del sentimiento, que pudiera romper el silencio helador que envolvía la historia entelada de la familia.

Marley, definitivamente, no encajaba allí. Primero, por su belleza, le rodeaba un halo de luz, algo que nadie de su familia tenía, aunque ostentaba el indiscutible sello heredado en forma de nariz ganchuda que se empeñaban en calificar de “aristocrática”, pero a los ojos de ella, era sencillamente horrible. Luego, por su alegría, Marley era un torrente de vida...Era la vida de la mansión Gallagher.

Ahora, toda aquella vida había desaparecido, era un bulto desmadejado en el suelo con una frontera blanca delimitando su cuerpo, una isla en aquel mar de incongruencia anacrónica. Quizás, su propia mano fuera la ejecutora, pero quienes dispararon fueron todos, incluida ella, por no ver la desesperada llamada de ayuda en sus ojos. Curiosamente, Marley parecía encajar mejor estando muerto en aquella tumba de madera y tela.