jueves, 31 de julio de 2014

DE NUEVO, EL AMOR...



Cuando el amor nos toca el corazón, todo nuestro ser se viste de danza, hay un ritmo distinto en el día a día y las cosas conocidas tienen un brillo nuevo que las hace parecer diferentes.


Cuando el amor entra en nuestra vida, el corazón crece y las manos se suavizan, brotan de ellas caricias dispuestas a ser portadoras de ese sentimiento que nos llena y expandirlo por  ese Universo que  inventamos.


Nada es como era antes de que el amor nos cubriera; Su manto invisible nos aísla del mundo. Todo se ve desde arriba, pequeño e insignificante, desde la atalaya de las miradas infinitas y los dedos enlazados.


Cuando el amor nos sonríe, estalla la noche en besos y la mañana en nostalgias de lo que no nos dijimos, de lo que no nos dio tiempo. Hay una magia en el aire como de seda blanca, que se pega a nuestro cuerpo y hace que éste se mueva con el ritmo de todos los bailes, con la fuerza de todos los vientos.

Cuando el amor nos envuelve, nada ni nadie puede hacernos desistir de la idea de que él es el mejor y tú eres la más bella.

lunes, 21 de julio de 2014

MAR





¿Sabes?¡Te extraño!, mi piel te extraña y mis ojos extrañan tu luz, mis manos extrañan tu tacto, mi olfato tu aroma. Eres como un amante celoso que marca su territorio en el recuerdo, para que nadie ocupe su lugar. Año tras año haces que vuelva y, mientras vuelvo, hay un diálogo que me trae la memoria, entre tu y la tierra que piso. Las olas no solo se oyen en las caracolas, también en mi.

¡¡Mar, mi mar, mi amado mar!! Tu sal impregna mi alma, tu color está grabado en la niña de mis ojos, y tú mismo te derramas en besos cubriendo mis pies descalzos, cuando piso tu orilla. ¡Qué envidia tiene la luna! porque cuando llega la noche y ella se asoma, aún están mis ojos, de amante trasnochada, contemplando tu manto de plata, y la estela de pasión roja y ardiente, que el sol deja al esconderse. ¡¡Te extraño, cuánto te extraño!!


viernes, 18 de julio de 2014

MI ESPALDA




Venías en silencio, para sorprenderme cuando estaba de espaldas, soplabas en mi cuello y me estremecía como un junco movido por el aire. A la orilla de tus ojos se quedaba siempre mi beso dormido, porque no hallé un lugar mejor donde poner mi esperanza y no había paraíso cotidiano como el tuyo, que me fuera tan propicio para encontrar la alegría. Se sucedían los días entre sustos y caricias, pequeños soplos y besos, conquistando mi espalda y poniéndola a tu nombre. Aprendí a amar tus idas y venidas, desde la palabra al hecho desde el hecho a la palabra, porque brotaban perdones lo mismo que desengaños. Hoy tengo pegada a mi, una espalda que no es mía, terreno tuyo, baldío, donde ni siquiera nacen caricias salvajes en primavera.






martes, 15 de julio de 2014

SOMOS



Somos supervivientes de nuestras propias historias, cada uno tiene sus motivos para seguir adelante, para luchar, incluso para quedarse a esperar que la vida se detenga.


No es el lugar lo que nos da la fuerza, ni siquiera el aire que respiramos, ni el color de sus paisajes, ni las gentes, ni las calles, ni el sonido de los pasos cuando andamos. La fuerza va con nosotros envuelta en cada enseñanza recibida, en cada mirada de reproche cuando defraudamos la esperanza, en cada mano extendida para cruzar las calles, en la dulzura de la caricia cuando estábamos enfermos, en el beso cálido que apartaba el miedo y las pesadillas.


Somos el fruto de lo que otros fueron antes que nosotros, y en la masa de la sangre vive todo lo que nos dejaron. Pero también somos lo que oímos, lo que nos dijeron, lo que vimos, lo que pensamos y sentimos....Somos fuerza por nosotros mismos, siempre que sepamos y nunca olvidemos de dónde venimos, aunque no siempre tengamos claro hacia donde vamos.