Bienvenidos a mi otro lado del espejo, donde la realidad que me acaricia o me sacude, se transforma en palabras.
domingo, 18 de noviembre de 2007
LA VIEJA FOTOGRAFÍA
Este es un poema que escribí hace la friolera de 30 años, bueno, no es que sea muy vieja ahora, es que entonces era muy jovencita. Lo he dejado tal y como fue creado en aquel momento, por eso os ruego seáis indulgentes con “aquella niña” que lo escribió, contiene palabras que no existen, inventadas por mí para que “rimara” o “pegara”, como decía yo por aquél entonces.
Hoy he querido traerlo aquí porque he pasado la tarde del sábado ordenando fotografías y las que más me gustan son las que he ido escamoteando de casa de mi madre, que las guarda en una caja de latón gris con flores fucsia y que era de Cola-Cao; Cada vez que voy me traigo unas cuantas. No sé qué tienen las viejas fotografías que de inmediato, en cuanto las ves, te transportan al tiempo en el que fueron tomadas. A mí me pasa, por lo menos. Recordé que en uno de mis poemas hablaba de ellas y aquí está.
LA VIEJA FOTOGRAFÍA
(Historia de un recuerdo amarillento)
Un grupo de gente mira
Absorta a la maquinita,
Sólo hace falta un aviso
Y ¡Atención al pajarito!.
Alguien se distrae, le gritan:
¡Por favor, esa sonrisa!.
Una niña regordeta
De ridículo sombrero,
Cansada de tanta pose
Mete en su nariz un dedo,
Mientras mamá hace un reproche
Le alisa el vestido nuevo.
La gente pierde atención
Y el fotógrafo suplica:
¡vuelvan a su posición!.
De nuevo enseñan los dientes,
Casi todos sonrientes,
El abuelo con tez grave
Y un anchísimo bigote,
La madre luce un vestido
Con un recatado escote,
El padre lleva un bombín
Y de su mano agarrado,
A un travieso chiquitín.
Un tío de la señora
Que es muy sentimental,
Al ver a todos reunidos
Ha comenzado a llorar.
Parece que ya están listos:
¡Atención al pajarito!.
El fotógrafo contempla
Su futura obra maestra
Mas la niña regordeta
Se ha despeinado las trenzas
Y el ridículo sombrero
Yace aplastado en la hierba.
El fotógrafo indulgente
Cuenta novecientos veinte
Porque no llega hasta mil,
Un niño quiere hacer pis
Un caballero fumar,
Una dama se marea,
Otra no para de hablar,
El abuelo se cabrea
Y se quiere retirar;
En esto que un alarido,
Un grito ultratumbatorio
Se escucha en el jardincito,
Y un silencio perentorio
Se hace después de ese grito.
¿Quién ha sido el que ha gritado?
¡Ha sido mi pajarito!
(Grita el fotógrafo harto)
Y el retrato familiar
Por fín ha sido acabado.
.......................
Aquélla niña pequeña
De ridículo sombrero,
Regordeta y que metía
En su naricita un dedo,
Hoy es una anciana dama
Abuela de doce nietos.
Copyright © Shikilla
Imagen:
Fotos con Historia
Poesía
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Me ha encantado tu poesía, tiene métrica, rima y...¡HUMOR! ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarArregla cuanto antes tu página, será un placer seguir visitándote.
Hola estoy creando un periódico digital y me gustaría que colaborases conmigo.
ResponderEliminarAgrégame a Messenger y hablamos.
Un saludo. Jose Guillermo. Lonuestro27@hotmail.com
Pues, para haberlo escrito una niña, es un poema precioso, tierno y cargado de humor. Me ha encantado.
ResponderEliminarMe gusta mirar las fotos antiguas, pero nunca las miré con ojos de poeta como lo has hecho tú.
Besos
Genial Shikilla!!, vaya precocidad la tuya; y las palabras que pegan , son de lo más ocurrente.
ResponderEliminarMe pasa igual, con las fotos antiguas, una especial atracción; es, una forma tan distinta, claro, en todo, tan atrayente, por todo.
Saludos, precioso para un lunes.
Presumo que de aquella chiquilla queda todo, patente es tu amor por amor por las cosas sencillas y autenticas, un don de la cándida juventud.
ResponderEliminarEres de esas personas que contagian ilusión, volveré.
Un besete.
Xao.
PD. ¡ Hay que ver ! el uso que le damos a la palabra “autentico”, no es muy académico pero no he encontrado otro vocablo con el que concretar y sintetizar el mensaje que quería transmitir. Aunque sé que debo leer más para aumentar mi vocabulario no es menos cierto que los cambios por el uso y las costumbres son los que mantiene vivo un idioma.
Imagino, supongo o deduzco, que la niña regordeta será tu abuela. Ahora, con 12 nietos, es más que posible que siga despeinándose las trenzas, porque se tiene que sentir muy satisfecha. Y la satisfacción nos va volviendo niños.
ResponderEliminarMe ha encantado, Shiki.
De verdad.
Un beso.
Shikilla... ¡eres única!, ya tenías pasión por la poesía desde pequeña y además bastante bien realizada.
ResponderEliminarRespecto a las fotografías, en esta familia siempre nos han gustado, también hemos espoliado las cajas de chapa, y desde pequeños nos llevamos más que una reprimenda por subir a la buhardilla y rebuscar entre los viejos arcones… ¡qué tiempos aquellos!, pero ahora que estamos en la era de los digital, nos gusta ver las fotos de los tatarabuelos cuando se casaron y muchas más.Shikilla, además de demostrar tu sensibilidad en tus palabras, en tus poesías, a nosotros como familia celiaca, no lo demostraste desde que nos conocimos, por tu apoyo incondicional, por hacer tuya nuestra lucha y por eso si ahora ¡por fin conseguimos algo!... también será tu éxito.
Gracias por todo y recibe unos sinceros besotes de toda esta familia.
Ana y Víctor.
A pesar de las "palabras inventadas" no deja de ser bonito.
ResponderEliminarLa que ha escrito la saga de "Harry Potter" se ha inventado muchisimas palabras que hasta han sido acojidas por las Academias de Lengua.
Ya veo que ella, copio de ti.
Dulce Shiki ya en el corazón de la niña que fuiste, se mostraban las cualidades de la mujer que eres hoy. Una mujer sensible...que no blandengue, una mujer fuerte...que no granítica, una mujer inventora de palabras...pero que las lleva a la realidad, compartartiéndolas y viviéndolas.
ResponderEliminarBesos dulce Shiki
Pues aquélla niña que fui y la mujer que ahora soy os dan las gracias.
ResponderEliminarPedro, espero con impaciencia tu nuevo anagrama para devanarme los sesos, aunque esta vez no sea la ganadora, participaré.
José Guillermo, te enviaré un correo, gracias.
Trini, no me creo que tú no mires todo con ojos de poeta porque lo eres, te confieso que me he emocionado al leer tu blog, es además de bonito técnicamente hablando, tierno, romántico, ¡vamos! que me ha entusiasmado.
Lu de gas ¿qué tendrán esas fotos antiguas que a tantos nos emocionan? Debe ser que el tiempo se ha quedado allí capturado, con los recuerdos. Un beso.
Buzoncito, tú sí que eres auténtico. Gracias por venir.
Moony, no, no era mi abuela porque mi abuela tiene muchos más de 12 nietos, pero bien podía haberlo sido, no solamente la mía, sino la de todas.
ResponderEliminarAna, Victor, me alegra siempre que puedo ayudar a que una causa justa siga adelante, y la vuestra lo era y lo sigue siendo, así que a seguir batallando, que ya algo se ha conseguido, como os decía en vuestro blog.
Manuel, lo de inventar palabras se perdona a una niña como era, pero nuestro idioma es tan amplio que hoy por hoy, creo que tenemos muchos sinónimos para cada cosa. Aún así, hay muchas que son acogidas por la RAE, cuando ya han circulado un tiempo y se han asentado entre nosotros. Gracias por comentarme, Manuel.
Dulce luna, que me pones "colorá" con tanta flor, hija mía. Sí que tienes razón en algo, con los años me he dado cuenta de que la sensibilidad no es blandenguería y que se puede ser fuerte sin ser, como tú muy bien dices, granítica. Así que ya ves, estoy de acuerdo contigo, Dulce. Un beso, guapa.
jajajajaja
ResponderEliminar¡me encanta!
seguro que ibas a las adoratrices :))))))))))
He intentado entrar dos días, pero tenías el blog mal. Hablame de fotos antiguas y me atraes como un imán, te vi desde los enlaces de Miguel
Un besazo.
maría, me ha pasado igual a mí con tu blog y con alguno más, no sé por qué, pero se conoce que blogger ha estado mal. Sí!! iba a las adoratrices!! jajaa, qué recuerdos, al Colegio Niña María, y aunque ahora ni lo parezca, que me he hecho muy vaguilla, jugaba en el equipo de baloncesto, cuando la media de altura estaba más baja que ahora ¡claro!
ResponderEliminarUn beso, guapa.
Me ha parecido magnífico. ¿Dónde está lo que escribes ahora, moza?
ResponderEliminarUn abrazo.
Rafa.