PROBABLEMENTE

Decía Jean de la Bruyere: "La imposibilidad en que me encuentro de probar que Dios no existe, me prueba su existencia".


En Londres, las Asociaciones de ateos han sacado a la calle un slogan que lucirán los autobuses de la ciudad, y que dice: “Probablemente, Dios no existe, deja de preocuparte y disfruta de la vida”. Inmediatamente, en Cataluña, que son muy modernos y abiertos a lo que venga de fuera (siempre que se pueda traducir al catalán), la Asociación de Ateos de Cataluña se ha convertido en liberadora de viejos traumas, dedicándose a abrir las puertas, no de los autobuses, sino otras simbólicas, las de todos los armarios de donde han salido y saldrán, poco a poco, muchos ateos que ahora reivindican su derecho a declarar la no existencia de Dios.

Tanto unos como otros se están tomando muchas molestias para intentar demostrar que Dios no existe y exhortar al personal para que se deje de preocupaciones y disfrute de la vida con esa frasecita, en mi opinión bastante desafortunada, nada acertada y que produce el efecto contrario del que persiguen (por cierto, nunca mejor dicho lo de persiguen).

Desafortunada, porque en ese adverbio que abre camino a su declaración de principios, dejan entrever que la no existencia de Dios es “probable”, de probar, es decir, que se puede probar. Me temo que será una ardua tarea, si acaso alguien se decide a hacerla, mucho más difícil que probar la existencia de Dios.

Y ¿qué me dicen de la despreocupación y el disfrute de la vida que proponen? Aquí me surgen muchísimas preguntas que les haría, sin duda. ¿La culpa de que no disfruten de la vida la tiene Dios? no puede ser, porque yo sí creo en El y disfruto cada instante de esta vida que Dios me ha dado.

Respecto a la otra parte de la frase, la de la despreocupación, solamente un irresponsable viviría sin preocupaciones, más en los tiempos que corren, preocuparse por la familia, por el trabajo, por la vivienda, ocuparse de todo ello previniendo y no en el sentido de angustiarse, intranquilizarse o inquietarse en una actitud pusilánime.

Según el presidente del Ateneo Ecléctico y Liberal de Ateos y Agnósticos, Emili Vives, . "Una campaña así no hace daño a nadie, es un soplo de aire fresco y una bofetada al fanatismo", ¿en qué quedamos hace o no hace daño?, porque una bofetada siempre es una bofetada, incluso aunque sea para el fanatismo, lo cual dicho sea de paso, ni lo soy ni lo apoyo. Pero ya puestos, le preguntaría a Emili Vives, en qué hacen daño los cristianos a los ateos, cómo puede herir mi fe a un agnóstico, a no ser que me la envidie ya que el agnóstico cree inaccesible al entendimiento humano todo conocimiento de lo divino.

A mí esta campaña no me parece un ataque a los creyentes, saben que eso no haría más que reforzar nuestra fe, o deberían saberlo, sino que me parece una campaña de reafirmación en su propio descreimiento. En el fondo, intentan emular el modus operandi de la Iglesia que siempre ha dado mensajes a sus fieles, mensajes que también hablan de Vida: Dios es el Camino, la Verdad y la Vida. (Pero si no lo crees, yo te respeto).