Bienvenidos a mi otro lado del espejo, donde la realidad que me acaricia o me sacude, se transforma en palabras.
jueves, 18 de junio de 2009
SUEÑOS Y COMPLEMENTOS
Esta tarde iba en el autobús, mirando por la ventanilla, cuando una tienda me ha llamado la atención, no la tienda en sí, sino lo que decían los carteles luminosos que lucían en su puerta y escaparates: “SUEÑOS Y COMPLEMENTOS”, luego en letra algo más pequeña aclaraba: “Camas y colchones”.
Ya veis, por un momento he creído no sólo que los sueños podían comprarse sino que además podíamos ponerles complementos. Si el letrero de la tienda fuera literalmente cierto ¿cuál sería el perfil de la clientela de la misma? ¿en qué consistirían los complementos de los sueños? ¿venderían los sueños de uno en uno o en packs de varios? Y, sobre todo, ¿qué precio tendrían?...¿a qué huelen las nubes? (¡ah no! Que esto es de otro tema).
El caso es que, como aún me quedaba un rato para llegar a mi destino, mi cabeza se puso a elucubrar sobre el asunto, me ha gustado la idea de que hubiera tiendas de “sueños y complementos”, adonde podrían acudir aquellos que los perdieron un día, cuando ya les habían dado un nombre, una cara, incluso formas, colores y olores, o esos a los que se les quedaron enganchados entre el alambre de espino de la realidad; También podrían comprar sueños los que nunca los tuvieron o los que cumplieron los suyos y quieren seguir soñando. Llegué a la conclusión de que la clientela sería variada.
En cuanto a los complementos de los sueños, he pensado en unas cuantas cosas que, en mi opinión, le irían bien a cualquier sueño, a saber: almohadas de plumas, blancas y ligeras, de aves majestuosas, elegantes, casi etéreas, donde apoyar la cabeza suavemente para que los sueños puedan tomar posesión del alma en la que habitarán de ahora en adelante; también ayudan a acoger los sueños recién comprados unas blancas sábanas de hilo, recién planchadas y oliendo a ese suavizante con aroma de azahar. Pero en la tienda, seguro, habría muchas más cosas que llamarían la atención de los sueños hasta hacer que se quedaran con nosotros, los cazasueños, cajitas de música, ositos de peluche, etc...
Llegando a mi destino, he pensado lo incongruente de mis conjeturas, pero luego he sido benévola conmigo misma, porque en realidad, en esa tienda quizás no pueden vendernos sueños, pero sí que nos dan la llave para abrirles la puerta, seguirlos es cosa nuestra y, además, lo que sí nos venden son los complementos.
En cualquier caso, siempre podemos decir lo que Mario Benedetti: “Un sociólogo norteamericano dijo hace más de treinta años que la propaganda era una formidable vendedora de sueños, pero resulta que yo no quiero que me vendan sueños ajenos, si no sencillamente que se cumplan los míos”.
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HOla:
ResponderEliminarSería perfecto. Poder palpar lo incopóreo. ¿Te imaginas una calle de la milla de oro dedicada a este tipo de comercio? "Sueños y Complementos", "Almas perdidas", "Suspiros al Aire", "Ayeres y Mañanas", "El Paso que no dió"... Haremos un estudio de mercado ¿Quieres ser mi socia?
Un besazo.
Mi sueño es muy sencillo: la Fundación Española para la Recuperación de las Artes (FERA).
ResponderEliminarDesde hace muchos años asistimos a la destrucción de todas y cada una de las artes (escritura, escultura, pintura, arquitectura, teatro y cine, etc...) siendo sustituída la belleza por la mal llamada "originalidad".
Lo que ocurre es que la originalidad tiene que ir acompañada de talento y vocación, no de picaresca.
Ah, por cierto, yo soy capaz de describir por fin a qué huelen las nubes: a niebla.
A niebla densa, de la que hace que no oigas más que alguna gota caer aquí o allá. También a ese bosque viejo del norte, húmedo y misterioso.
A eso huelen las nubes, por fin.
Saludos salvajes.
Quizá sólo había que comprar los complementos en esa tienda, y, con ello, aparecerían los sueños.
ResponderEliminarPero no me hagas caso, que con estas calores...
HOLA SHIKILLA.
ResponderEliminarHe leido tu post y decirte tengo que por casi me voy a la cama que tengo al lado para complementarme en mis sueños que con el poco tiempo que duermo son cortitos... si es que el hombre se pasa la mitad de su vida soplando la mona ...osease ... dormido; hay que aprovechar la VIDA.
Te he dejado una sorpresa por mi sitio.
BENDICIONES.
FOTELIAS.
yo ayer "compré mentos", y luego me entró sueño, pero no creo que tenga mucho que ver con tu reflexión...
ResponderEliminarBesos
Fíjate lo que puede dar de sí un viaje en autobús Shikilla. Si pudieramos comprar los sueños...
ResponderEliminarandaríamos por ahí buscando ofertas? o querríamos los mejores a cualquier precio?
Mi sueño perfecto estaría lleno de sonrisas, de afectos y de humanidades, que tanta falta nos hacen para ser más felices.
Un abrazo fuerte
Querida Shikilla:
ResponderEliminarEn absoluto creo que fuese un gran negocio una tienda donde vendieran sueños porque tú nos los das gratis.
Sigue escribiendo y deleitándonos con tus escritos y al menos uno de mis sueños se verá cumplido.
Un beso fantástico.
Desgraciadamente hoy en dia puede comprarse casi todo, que nunca se compren los sueños ni se vendan las realidades. Un abrazo-
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