martes, 11 de febrero de 2014

LA MÁQUINA DE COSER






¿Quien no ha visto alguna vez una máquina de coser como la de la foto?.

Cuando yo era pequeña era difícil ir a una casa y no ver una, las recuerdo perfectamente, en los cuartos de estar, en algún rincón de la casa, cubiertas pudorosamente cuando no se usaban, protegiendo su maravilloso mecanismo con una especie de tapa de madera. Me maravillaba ese artefacto hecho de florituras doradas y brillantes, con un pedal que era una joya de hierro fundido, y que se balanceaba rítmicamente a un movimiento de pies, la rueda que giraba a un golpe de mano de cualquiera que la usara, madres, tías, vecinas...ya fueran o no modistas. Tanto que cuando mi madre cosía, me quedaba admirando la complejidad de aquella labor, la coordinación de movimientos, escuchando el traqueteo de la aguja horadando la tela...claro que entonces no pensaba todo eso, sino que lo único que quería era poder llegar a manejarla tan bien como lo hacia mi madre, algún día.

No sé si era una apreciación mía, pero siempre creí que todas las madres sabían coser, hacer punto, abrir ojales, subir y bajar dobladillos y zurcir sietes en los uniformes del colegio y, para todo eso, tener la máquina de coser, agujas de punto y huevos de madera en el costurero, era obligatorio; también para ser esposa y madre, es más, cuando me casé, mi madre, al igual que hizo con mi hermana, me entregó un costurero con hilos, agujas, tijeras y, por supuesto, dedal. Todo un kit para el hogar que se estrenaba. Cosas que, claro está, he usado en más ocasiones de las que me hubiera gustado y muchas menos de las que mi madre pensaba al regalármelo, porque, lo confieso, no me gusta coser y tampoco es que sepa mucho.

Creo que antes, muchas madres fueron modistas sin serlo y, con tan sólo sentarse y usar sus máquinas de coser que, por cierto, se disputan entre varios inventores, se convertían en artistas creadoras, cada vez que sus pies y sus manos las ponían en marcha.

¿Quién no tuvo una falda hecha por su madre, o una bufanda de lana, o un jersey que salió crecedero y tuvo que usar varios inviernos hasta que, por fin, fue la talla justa?






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