jueves, 5 de julio de 2007

ESAS CHICAS ESTUPENDAS


Realmente si en algo ha cambiado la sociedad a lo largo de los años, aparte de otras cosas, claro, es en el concepto de eso precisamente: los años, o para ser más clara, la edad y su representación física. Ese concepto que antes se tenía de la línea que separaba la juventud de la vejez o, para dulcificarlo algo, de la madurez; y más concretamente en la vida de la mujer.

Hace unas pocas décadas, una mujer de cuarenta años estaba peligrosamente en el umbral de esa “vejez” que la convertiría de ahí en adelante en una “señora mayor”. Es decir, los cuarenta eran el comienzo de la caída por una pendiente en la que algunas de “motu propio” y otras, empujadas por la mentalidad o costumbre de la época, convenían en que esa u otra parecida edad, marcaba el tiempo de las renuncias, el tiempo del adiós a la tan querida y “corta” juventud.

Hoy, nadie medianamente sensato, diría que una mujer de cuarenta o incluso cincuenta años, es una “señora mayor”, y generalizo, sí, porque solamente hace falta echar un vistazo a nuestro alrededor para ver mujeres cuarentonas o cincuentonas, profesionales, actrices, modelos o amas de casa, que conservan no solamente la belleza física, sino la vitalidad interior, y digo yo que ¡oye, habrá de todo!, pero la gente se cuida, y la que más y la que menos están de buen ver.

No sé exactamente a quien hemos de agradecer esto, si al estilo de vida moderna, si a San Botox, San Pilates o al Sr. De Montignac, el de la dieta disociada que tiene nombre de conde.

Yo, por mi parte a los de arriba les debo poco, porque soy inconstante con las dietas, perezosa con el deporte y bastante cobardica con los pinchazos y las jeringuillas, pero sí que tengo que poner velas de agradecimiento a Santa Alegría de Vivir, Santa Ilusión de todos los días (que no es la ONCE), y al Santo Job que me hace el honor de darme paciencia por un tubo para no mandar todo al ca… cuando me viene la neurona melancólica, y bueno, que también me cuido como todo hijo de vecino.

Creo que esta reflexión es el modo en que mi mente me está preparando para que el día 8 de este mes, mi cumpleaños, no me fije tan sólo en el numerito, sino que me mire al espejo y me diga: ¡¡Chica, estás estupenda!! y Santas Pascuas.

DEDICATORIA: A todas esas chicas estupendas que hacen que los años parezcan ligeros como la seda, fáciles de llevar. A las que son eternamente jóvenes, porque pesan más los sueños que los recuerdos.

6 comentarios:

  1. Anónimo6:17 p. m.

    Ah, ahora si que no lo podré olvidar! ¡¡Es el DIA SIGUIENTE!! Buenooo, muchísimas felicidades, y te deseo todo lo mejor, que te lo mereces! ¡¡Cumpleaños muy feliz!!

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  2. Anónimo10:47 p. m.

    Saludos de otra casi cuarentona, que también se siente estupenda...

    Besos

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  3. Hola:

    Aunque me cabrea enormemente que solo cites a "las chicas"... desearte un cumpleaños de lo más GRANDE. Cumple, al menos, setenta más, porque estoy seguro que a los ciento y... seguirás igual de estupenda.

    Besos.

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  4. Uno tiene la edad del alma...

    (y algunas almas ya están bastante viejecitas, jajajajaja)

    Está muy bien eso de tomarse la vida con una gran sonrisa (pese a todo), ya que es lo que nos mantiene jóvenes y/o, por lo menos, con una buena sonrisa entre los dientes.

    Besos y Happy cumple (por si me olvido, como todas las fechas cumpleañeras)

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  5. Hundo mis manos en el fondo AZUL de tus letras y me alegro buscando t� alegr�a.

    Recorro el abismo flotando en sensaciones y tu alma me llega florecida;
    te detecto y mi nervio enloquecido te abraza y te bendice fel�z de haberte hallado.

    Recibe un beso en tu alma.

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  6. Ahora la verdad es que hay chicas y chicos estupendos "cuarentones y más" y en particular una explendida mujer que ayer cumplio años... ¡MUCHÍSIMAS FELICIDADES!.

    Ana y Víctor.

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