No tenía ni idea, pero hoy me encuentro en las noticias con que ayer día 27 se celebró el Dia del corrector de textos.
Esta Asociación de profesionales ha recopilado una serie de fotografías de carteles, anuncios o avisos expuestos a la vista del público en distintas ciudades de España y también de fuera de nuestro país, escritos en "español", donde se ponen de manifiesto una serie de errores ortográficos que no sólo hacen daño a la vista sino que contribuyen muy poquito al lema de la Real Academia Española de la Lengua: Limpia, fija y da esplendor.
Esplendorosos son, sin duda, los ejemplos que se nos muestran en esas fotografías. Algunas tienen su gracia, como la que ilustra esta entrada, y otras, pueden merecer nuestra indulgencia, como la del "vigilante hitano" que se exhibe en un solar en construcción en el barrio de los Coronales (Madrid),
frente al puente de acceso a Barajas, o la del "Ojaldre con carne y espinacas" que aparece en el menu de un bar de la plaza de la Cort (Palma de Mallorca y que podéis contemplar en el enlace de las fotografías.
Sin embargo, los errores ortográficos son demasiado frecuentes en los medios de comunicación, locutores de radio y televisión, periodistas, publicistas, etc.. los cometen diariamente, y lo que es peor, contribuyen a que se extiendan, no sólo en la escritura sino también en el lenguaje oral. Parece que por aparecer escrito en un periódico o haberlo oído en la televisión los errores no fueran tales y nuestros hijos reciben una información que en nada contribuye a mejorar su formación lingüística.
Incluso nosotros, a veces, dudamos de si está mal o bien dicha cualquier cosa, personalmente más de una vez he tenido que cerciorarme mirando el diccionario de que yo no estaba equivocada, también de lo contrario, en honor a la verdad.
Nadie estamos libres de pecado, es cierto, yo no puedo tirar la primera piedra y me parece bien que los correctores de texto tengan un Día que, por cierto, ha sido el 27 de octubre porque en esa fecha nació el humanista neerlandés Desiderio Erasmo de Rotterdam (1467-1536), quien también se desempeñó como corrector.
Como bien dicen en su web
...el oficio de corrector es el que menos se ve cuando existe y el que más se nota cuando no está. Es decir que desde su esencia es ingrato, porque es invisible...
Idioma
trabajé en eso muchos años, shikilla, y en parte lo hago aún, y es difícil, es muy fácil hacerlo mal
ResponderEliminar:-)
santi
ciertamente es un trabajo invisible, cuando trabajan no se ve, nadie repara en ellos.
ResponderEliminarUn beso.
pd.yo tb te voy a enlazar.
Vaya...el del cartelito tenía que ser paisano, de Málaga. Increible y sorprendente es terminar una carrera univesitaria sin saber escribir sin faltas de ortografía. Besos.
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