Esta es una de esas historias de las que podemos sacar conclusiones, porque muchas veces las apariencias engañan. Es una de esas historias que te mandan por correo y se reenvían una y otra vez, he decidido publicarla, aunque imagino que será una historia por muchos conocida. En fin, para quien no la conozca, ahí va:
Se cuenta que en una ciudad del interior, un grupo de personas se divertía con el "tonto del pueblo", un pobre infeliz, de poca inteligencia, que vivía de pequeñas limosnas.
Diariamente ellos llamaban al "tonto" al bar en el que se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas, una grande de 400 reales ú otra pequeña, de 2000 reales.
Él siempre escogía la mayor y menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos.
Cierto día, alguien que observaba al grupo le llamó aparte y le preguntó si todavía no había percibido que la moneda mayor valía menos.
"Lo sé, respondió, no soy tan bobo. Ésta vale cinco veces menos, pero el día que escoja la otra, el juego se acaba y ya no voy a ganar más monedas..."
Esta historia podría concluir aquí, como un simple chiste, pero se pueden sacar varias conclusiones:
La primera: Quien parece idiota, no siempre lo es.
La segunda: ¿Quiénes eran los verdaderos idiotas de la historia?
La tercera: Una ambición desmedida puede acabar cortando tu fuente de ingresos.
Pero la conclusión más interesante es:
Podemos estar bien, aún cuando los otros no tengan una buena opinión sobre nosotros mismos. Por lo tanto, lo que importa no es lo que piensan de nosotros, pero sí lo que realmente somos.
El mayor placer de una persona inteligente es aparentar ser idiota delante de un idiota que aparenta ser inteligente.
Esta historieta me ha recordado un viejo cantar que decía:
Todos me llaman el tonto,
el tonto de mi lugar,
ellos viven trabajando,
yo vivo sin trabajar.
relatos
Jajajajaaaaaaa
ResponderEliminarMuy buena la historia, Shiki. No la había oído nunca.
Hoy no he podido resistirlo más y he hablado de uno muy tonto, muy tonto (pero de verdad) y otros que le siguen muy de cerca.
Saludos salvajes.
Hola me ha encanntado la historia y me he sentido identificada.
ResponderEliminarVivo rodeada de prejuicios.
Un beso y me quedo leyendo tu interesante blog.
Hola Shikilla, buena historia, pero realmente y el problema es que hay muchos tontos de verdad, haciendose pasar por listos y pensando que los demás somos tontos.
ResponderEliminarBesotes,
Ana y Víctor.
Hooola:
ResponderEliminarDe este tipo de "tontos" están los pueblos llenos.
Hooola:
ResponderEliminarDe este tipo de "tontos" están los pueblos llenos.
Hola, Shikilla, pero cómo te echaba de menos, caramba...
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con la historia y la moraleja.
Un besito, no dejemos de leernos...
Dulce Shiki, de eso...como dicen en mi pueblo..."a puñaos"...¡qué pena por Dios! con lo bonito que es mostrarse talcual uno es...
ResponderEliminarBesos
Paso por aca para posar un beso en ti.
ResponderEliminarSigues siendo la reina de siempre.