VOLVER LA VISTA ATRÁS

En contra de lo que cantaba Karina en la letra del Baúl de los recuerdos, “volver la vista atrás NO es bueno, a veces”. Ella fue una de las “eurovisivas” que nos representó en el Festival de Eurovisión, en 1971. Pero nosotros nos empeñamos, más bien diría, nos encabezonamos con mirar atrás, este país tiene ese vicio, ¡qué le vamos a hacer!

Ahora, otra “eurovisiva”, Massiel y su victoria están en tela de juicio, no voy a entrar siquiera en comentar la noticia, que seguro todos conocéis ya, tan sólo en el hecho de que nos encanta remover la mierda, con perdón, remontándonos a los cartagineses si es preciso, si es para traer noticias, rumores e incluso hechos, no digo que no, cuanto más perjudiciales sean para alguien en particular, para muchos en general o para el país entero, mucho mejor, porque otra de las cosas que nos gusta hacer a los españoles es tirar piedras en nuestro propio tejado, debemos ser masoquistas o tontos de capirote.

No es que el citado Festival sea una cuestión de Estado ni nada parecido, es el detalle. La intención, probablemente, sea ir contra el franquismo, contra Franco, a quien, como dice Ussía en su columna, no le importaba nada dicho evento. Sean las razones que sean, me pregunto, ¿a qué viene ahora tirar por tierra lo que en su época supuso una victoria sobre la pérfida Albión, que aglutinó a millones de españoles frente al televisor siguiendo con ansiedad las votaciones?, porque antes era así, uno se reunía en familia para ver no sólo ese sino casi todos los programas, en la única televisión existente y ante el único televisor que había en la casa.

El representante del Reino Unido, Cliff Richards y su Congratulations, ahora exige, apoyado por la prensa británica, el triunfo del Festival de 1968, o sea, que aquí se levanta la liebre y, después de criticarnos, hundirnos y rebajarnos, tildando de tongo lo sucedido y, además hacernos de nuevas con estos tejemanejes, como si no supiéramos que esa práctica es habitual no sólo en Eurovisión, sino en premios mucho más prestigiosos de otros apartados de la vida social y artística... (y no quiero tirarme de la lengua), para más inri, haremos a Cliff, según sus propias palabras, “el hombre más feliz del planeta”, entregándole en bandeja la victoria, con cuarenta años de retraso, eso sí. Todo sea por una buena causa, pobrecillo.

Lo que me sorprende es que de todo el reportaje que emitirá la Sexta, titulado “Yo vivi el mayo español”, lo más sustancioso sea esto del Festival, porque, la verdad, no me gustaría a mi imaginarme a los representantes artístico-culturales españoles, dentro de cuarenta años, diciendo esa misma frase y teniendo como eje central al Chikilicuatre y su paso por Eurovisión. Si es que, Machado decía bien: "...y al volver la vista atrás - se ve la senda que nunca - se ha de volver a pisar".


Por cierto, ¡Gibraltar español!