El pasado es una estela que se extiende detrás de nosotros y a
la que podemos ver, si volvemos la cabeza, hecha de retazos de
colores que van desde el rojo chillón de la pasión desmedida por las
cosas, hasta el blanco de la luz de la alegría, pasando por el gris
anodino del hastío, en los días plomizos, y delas cargas asumidas en la
vida.
Nos condiciona, nos desconcentra, nos estruja el
corazón o nos lo anima, nos da fuerzas para seguir o nos ancla en un
tiempo imposible donde todo está congelado, inanimado y muerto. El
pasado es ese conjunto de vivencias en las que hemos dejado la piel y la
vida en dosis desiiguales.
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