Bienvenidos a mi otro lado del espejo, donde la realidad que me acaricia o me sacude, se transforma en palabras.
lunes, 26 de octubre de 2015
VOLVER A EMPEZAR
Utilizamos la palabra “fracaso” con demasiada frecuencia, descargamos en ella la rabia, la impotencia, el dolor, el sentimiento de vernos defraudados por los acontecimientos, por los demás o por nosotros mismos, cuando algo no ha tenido el éxito o el resultado esperado. Dejamos que esos fracasos nos marquen, nos condicionen negativamente, nos amordacen, nos paralicen, convirtiéndonos poco a poco en cobardes que se cierran puertas por el miedo a fracasar de nuevo.
Si viéramos nuestros tropiezos y supuestos fracasos como oportunidades para aprender de ellos lo que debemos hacer o no, esa maldita palabra perdería su connotación negativa para transformarse en un revulsivo para levantarnos y emprender nuevas “batallas”.
¿Cuántos de nosotros hemos tenido que comenzar de nuevo partiendo muchas veces de cero, en trabajos, proyectos, relaciones personales...? ¿Cuántas veces se nos han derrumbado los sueños como un castillo de naipes delante de nuestros ojos? Pérdida del empleo, rupturas sentimentales, ruina económica por causa de un mal negocio, proyecto, etc... A muchos hasta les parecerá mentira si comparan su presente con el pasado. ¿Cuántos os habéis sentido fracasados alguna vez en vuestra vida?.
En realidad, el fracaso está a solo un paso del éxito, pero parece que no nos damos cuenta. Fracasa quien se cruza de brazos doliéndose de sí mismo por la mala suerte que tiene, aquél al que se le acaban los sueños, el que no tiene fe en sí mismo, el ciego que no es capaz de distinguir entre el humo de la ruina la semilla de la nueva oportunidad, el que no se pone en pie de nuevo. Hacer lo contrario de todo eso ya es un éxito.
Charles Darwin decía que “No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que responde mejor al cambio”, a eso se le llama “capacidad de adaptación”, que no quiere decir, ni mucho menos, conformarse o resignarse a las nuevas situaciones, sino utilizarlas como oportunidades para hacerse fuertes y emprender de nuevo la marcha, responder a esos cambios con lo mejor de nosotros mismos, ¡Volver a empezar!.
Atreverse a empezar de nuevo es de valientes, no de fracasados.
A ellos va dedicada esta reflexión personal, a esos valientes que están empezando de nuevo, resurgiendo de sus cenizas, con la cabeza levantada, la mirada al frente y el paso firme. Conozco a algunos, y sé que rendirse no entra en su vocabulario. ¡¡Lo vais a conseguir!! ¡¡Adelante!!.
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Shiki un hermoso mensaje...
ResponderEliminarAh, quería avisarte por si no lo has visto que la dirección del libro Brotes de Luna Llena está mal. No te lleva al libro. Lo he buscado y tampoco aparece.
Un abrazo
Está retirado de la venta, Miguel. Por eso no irá. Me alegro de saludar a un antiguo bloguero como yo! Un abrazo.
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