domingo, 11 de junio de 2017

EL HOGAR DE LOS HÉROES



Se puede ser héroe sin espada ni escudo, sin superpoderes ni trajes especiales, sin pócimas milagrosas, se puede ser héroe faltando muchas de las cosas que parece que identifican a los que realizan hazañas heróicas, pero hay un elemento indispensable, algo sin lo cual no se puede llegar a ser un héroe y es el CORAZÓN, sin corazón no se puede enfrentar uno al peligro con el arrojo y la valentía con que tú lo hiciste, con la decisión firme de salvar a alguien de una amenaza inminente. Si no se tiene un grandísimo y enorme corazón que lata en el pecho y bombee la savia de generosidad y ayuda hacia los demás, de amor por el otro, de protección al más débil en cualquier situación, nadie puede convertirse en héroe.


Tú ya lo eres, Ignacio, un héroe con corazón, un héroe sin armadura, pero sí con una montura, al galope de tu monopatín sentiste el impulso irrefrenable, la llamada de esa savia que corría por tus venas de la valentía en estado puro, que te llevó a correr hacia los terroristas cobardes y defender y salvar con firmeza la vida de aquellos que estaban abocados a perderla en manos de los que, sin embargo, carecen de corazón, y sólo tienen sitio el valle de las tinieblas de los cobardes.

¿Sabes una cosa, Ignacio? Últimamente, ser español dolía, y mucho, a quienes amamos a España, llevamos clavadas en el alma muchas malas acciones de algunos hijos egoístas y descastados de nuestra Patria, nos dolía la desvergüenza de quienes se aprovechan de la bonhomía de la mayoría, nos dolía la tibieza de quienes no la defienden lo suficiente, nos dolía la ingratitud de quienes la denostan. Nunca renegábamos de ella, pero sentíamos que había muchas manzanas podridas en el canasto que apagaban el brillo que antaño España lució. Hoy, tú y tu heróica acción, redime a España y al ser humano, resucita la esperanza, aviva la fe. Se me ensancha el corazón y me llena de orgullo el pensar que tú y yo somos compatriotas.

A tí, Ignacio, nadie te ha matado, a tí unos terroristas cobardes lo que han hecho ha sido arrebatarte y robarte a traición esta vida terrenal que se cuenta en años, y nadie sabemos cuántos nos tocan, tú has dado sentido a cada uno de tus 39 años, has revestido de eternos los días que compartiste aquí en la Tierra.

Tu vives, Ignacio, ¡vives y vivirás por siempre!, has hecho inmortal tu nombre y nadie puede arrebatarte eso, nadie puede asesinar la eternidad, no hay cuchillo traicionero que por la espalda o de frente, pueda quitarte el lugar que la Historia te tiene reservado, el Hogar de los héroes.


Gracias a ti y a tu familia por la generosidad y el ejemplo demostrado. Descansa en Paz, admirado Ignacio.

viernes, 29 de abril de 2016

VOLVER A LA NIÑEZ



A veces, desearía volver a esa infancia feliz, a salvo de todas las cosas, donde las heridas solo lastimaban las rodillas y mamá las curaba con la frase milagrosa de: " sana, sana, culito de rana..." las lágrimas eran siempre saladas y se secaban con besos.
El mundo era infinito desde  mis ojos de niña y la vida era un regalo que siempre traía ofrendas.
Ser niña de nuevo con sueños por estrenar, sin heridas de amor ni decepciones. Y,  sobre todas las cosas, sin el miedo del adiós a los que amas.

SER REALISTA


Que se queden en tierra los que no saben volar, los que tienen anclada el alma en las arenas movedizas de un pasado que engulle sus esperanzas, de una realidad que castra el valor del riesgo.

Los que sólo creen en lo que ven y sólo saben acariciar con las manos. Aquellos que amordazan la imaginación.

Dejadme soñar que es posible vencer la distancia y el tiempo, mirar a los ojos del recuerdo y sentir estremecerse el cuerpo; acariciar con palabras cuando las manos no llegan, besar el sonido de la voz amada. Inventar cada día el modo de mantener vivo el fuego, hasta que se rindan los muros y se extiendan los puentes..resistiendo, hasta llegar a la estación de lo posible.

jueves, 10 de marzo de 2016

HOY NO ES HOY


Me subleva mi impotencia para sujetar las bridas de este espíritu mío que se deshace en recuerdos. ¡Cómo quisiera poder manejar a mi antojo el momento de la resurrección de lo vivido, de la añoranza, de la tristeza e incluso de la alegría!

Su libertad me exaspera. Esa independencia rebelde e indomable de su vuelo, ajeno totalmente a mi vida, a la tierra que piso, a mis problemas… Esa facilidad para desprenderse del lastre de mi cuerpo y volar, volar…entre las nubes del tiempo.

Y luego viene, de vuelta de ese mundo hecho de jirones de mi misma, y me trae este “hoy” construido de ayeres, un hoy que no es hoy solamente, que es el día en que te conocí, el que me besaste por primera vez, el día de la rosa azul y aquél otro, en el que bajo la lluvia, volví a creer en los milagros. Hoy es el día del adiós que no quería nacer y, sin embargo, nació sin pronunciarlo y el otro en el que los brazos no se abrieron y quedaron cerrados por un tiempo todos los puentes que unían nuestras almas.

Trae también en sus alas la herida abierta de otros ayeres perdidos, el aroma del azahar, frases entrecortadas llenas de diminutivos, promesas hechas añicos y la ausencia afilada que mató nuestra esperanza.

¡Hoy te extraño tanto! No recuerdo a qué sabían tus besos, y se me pierde en la memoria el tacto de tu piel...pero laten en mi, todavía vivas, cada una de las horas que compartimos juntos.

jueves, 3 de marzo de 2016

UNA HISTORIA DE AMOR (Relato)



Comenzó con una mirada. Iba ya mediado  octubre  y no pudo imaginar que era el principio.

 Pero no,  aquel día no fue el principio. Ella andaba ya dentro de él, en ese rincón que la memoria tiene para las personas especiales que nos cruzamos y nos traspasan la piel, que nos atraen con su magia y parecen inalcanzables  en ese momento.

 El origen de su historia de amor, se perdía en el tiempo, ni él ni ella  sabían entonces que el amanecer les encontraría algun día juntos, si, abrazados y ...juntos!

 El momento fue el día en el que ella le miró por primera vez de otra manera, y él, devolviéndole la mirada, tuvo la sensación de que ambos se descubrieron en ese instante.También sus corazones lo supieron.

 Los dos convalecían de sendas heridas, llevaban cicatrices en el alma  que aún no se habían curado del todo. Quizás por eso se apresuraron a sacar sus escudos y se parapetaron tras ellos, casi inmediatamente.

 No querían compromisos, relaciones, ni nada que se pareciera o tocara de refilón el amor. Hicieron una declaración de principios que parecía sentar las bases de aquel encuentro.

 Y asi fue como, sin miedo, se entregaron al juego de la seducción, la risa compartida, el intranscendente abandono. Dejaron a merced del viento sus corazones, como las hojas de un árbol, meciéndose en el dulce vaivén del otoño,  sin el ancla de la razón. Seguros  dentro de sus fortificaciones.

 Pero no contaron con él ni con sus armas, nadie les avisó de la fuerza de su soplido y, noche tras noche, el amor iba convirtiendo la brisa de sus palabras en un huracán imparable de sentimientos. La pequeña chispa de una mirada en el fuego demoledor que arrasó los muros que construyeron entre ellos.

 Entonces, llegó noviembre y les trajo los besos. todos los besos que aguardaban a salir,  los que inventaron nuevos,  a los que les pusieron nombre. Y ni siquiera eso les puso alerta.

 En la ceguera del que no quiere ver, se acostumbraron a aquella peligrosa rutina de entregarse el cuerpo y el alma cada día, durante un tiempo.

 Cuando él supo que la amaba, la vida les alejó por esas cosas que tiene el destino, entonces,  se dio cuenta que se quedaron sin decir las palabras más hermosas, que le quemaban por dentro.

 ...Y allí está él, tragándose el dolor de la distancia... y allá está ella, preguntándose si alguna vez la recordarál, si también, como a ella,  la nostalgia le morderá el corazón cada noche;

 Queriéndose están los dos, sin saberlo, después del vendaval y de la tormenta primera, a pesar de la distancia, de los muros y las razones.

 No fueron el primer amor de cada uno, lo atestiguan las cicatrices,  pero  sueñan cada noche con ser el último y definitivo para el otro. Sueñan por separado con encontrarse.

 Sólo son dueños de sus sueños, en ellos se tienen por entero, y son felices así, él intentando acumular el valor para decírselo y ella rezando para que no la olvide.

 

domingo, 21 de febrero de 2016

HAY VECES


Hay veces que uno se revuelve contra el tiempo, contra las cosas y la vida. Que se crispan las manos y repliegan, hincando las uñas en las palmas. Que se aprietan los párpados y cierran herméticamente la mirada, que los labios se inmolan aplastados por la presión de los dientes.

Porque hay veces que se adueña de nosotros la impotencia, el dolor, y hasta la rabia ...y nos cae el universo encima, desplomándose por siempre la esperanza.

Y creemos que no habrá amaneceres, ni dias de sol, ni agua de lluvia. Que no renacerá la primavera y reinará la oscuridad para siempre...

Que sentiremos abismos a los pies que paralicen nuestros pasos, y el miedo circulando por las venas, huérfanos de la ayuda que invocamos. Hay veces que se apagan nuestras luces y a ciegas nos morimos por momentos. Porque somos humanos, vulnerables y pequeños, y tenemos derecho a no ser imbatibles.

Pero también hay veces que en la fragilidad, supervivientes de batallas perdidas, nos elevamos por encima de trincheras, y escapamos de una muerte segura, sacudiendo la tristeza del alma.

ETIMOLOGÍA

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ETIMOLOGÍA
(Origen de las palabras, razón de su existencia, de su significación y de su forma).


¿Qué puede cruzar la distancia y mantener el brillo con el que fue creado? ¿Qué puede entrar en el alma por los ojos, como una saeta disparada  cuyo impulso lo toma de otra alma que tensa su arco con el deseo de alcanzar el blanco? ¿Qué cofre puede contener el amor sin que éste se derrame en su viaje?... ¡Las palabras!

Hoy te regalo palabras, elegidas, sentidas, pronunciadas en silencio, como un eco que resuena en mi mente de aleteo preparando la partida. Palabras nacidas mucho antes de nacer nosotros, antiguas palabras que sirvieron al mismo fin que hoy persigo. Palabras que otros tomaron, escribieron, inventaron… para poner en ellas sentimientos que latían en su pecho y, como si fueran Mercurios alados, envolvían en pergaminos, tatuaban en el lienzo de un papel en blanco o ceñían a una nota en huellas de tinta convertidas para hacerlas  llegar a su destino.

Hoy, siglos después, renacen en mis dedos, en una danza sobre el escenario teclado, de letras encadenadas. Se anuncia el reestreno en la pantalla, sustituta moderna del papel. No hay telón que se abra, ni bambalinas, vuelan a pecho descubierto y descarnado, mostrando en vivo y en directo lo que oculta el corazón.

Hoy te regalo palabras, para que lleguen donde yo deseo estar, para que llamen a la puerta de tu corazón y, a través de tu mirada, se deslicen suavemente y se acomoden en ese rincón dentro de ti donde tantas veces he soñado que durmiera mi nombre.

Nostalgia,  dolor del no regreso, punzada del camino que dejamos a la espalda. 
Memoria, almacén de vivencias, retener el pasado entre los párpados, de todo lo que “volvemos a pasar por el corazón” y, a veces, se desborda en lágrimas o respira en el suspiro que liberamos en el aire.

Palpitar,  agitarse el corazón,  poder tocar con la mano el sentimiento en su galope libre por el pecho,  ser testigo de la vida por el tacto,  en el vaivén entre sístole y diástole.

Paraíso, jardín privilegiado, donde florezcan rosas de mil colores, mimadas por el jardinero, de esas de las que decía Juan Ramón Jiménez que eran la misma rosa, amor, la única rosa.

Hoy te regalo palabras, deseando ser yo misma vocablo que llegara hasta tus ojos y entrar en ti por cada uno de tus poros, inundando de este amor que me desborda, la tierra prometida de mis sueños.


domingo, 3 de enero de 2016

ATAQUES



Hoy sufrí uno de esos ataques que me dan cuando me alejo de ti,  se me vino de golpe toda la distancia y el tiempo a mi pecho y terminó oprimiéndolo fuerte hasta cortar por unos segundos la respiración, se fue asomando la nostalgia a los ojos y achicando del alma lágrimas aún sin estrenar...lo pasé mal, sólo quería verte, síntoma evidente de los típicos ataques de "quiero verte".

Un suspiro alejó de golpe todos los pensamientos que venían armados hasta los dientes, de desconfianza, miedos, fantasmas del pasado.... Y es que los ataques de "quiero verte" son como los de "te echo de menos", parecen graves hasta que me tomo la pastilla de "ya falta poco para estar juntos" o el jarabe de "tu voz me salva de los malos sueños". Estoy mejor, dijiste las palabras mágicas y mi corazón recuperó su latido normal, el de: (tam tam .....te quiero, tam tam...te quiero...)

martes, 29 de diciembre de 2015

CORAZONES CERRADOS





Es inútil intentar entrar en un corazón cerrado. Preso de sus temores, ocupado por amores imposibles o no correspondidos, tal vez doliente de viejas heridas, se esconde tras la dureza de una mirada fría o de la indiferencia insultante hacia quienes intentan abrir el candado de esa cárcel que terminará asfixiándole.
Es inútil intentar entrar en un corazón cerrado...hasta que su dueño no se de cuenta de que es dando cómo se recibe,  es amando como te aman, y es viviendo como no mueres

domingo, 20 de diciembre de 2015

LO INTENTAMOS

Porque hay mil vidas en una vida y pasos que se hacen camino,  puertas que se abren en cada esquina y farolas en las noches oscuras que acaban con todos los miedos. Porque si queremos algo y vamos a por ello, llegaremos o no a tocarlo con los dedos, lo tendremos o no...pero nadie podrá decir que no lo intentamos. No hay nada peor que una renuncia obligada, nada más doloroso que una huida hacia adelante, sabiendo que atrás queda tu futuro.