Bienvenidos a mi otro lado del espejo, donde la realidad que me acaricia o me sacude, se transforma en palabras.
martes, 26 de abril de 2005
Poner corsés a la vida
Hay gente que se empeña en ponerle corsés a la vida, en dibujar mapas por donde tenemos que ir nosotros, y peor aún, por donde tienen que caminar nuestros espíritus.
Frente a esos muros de contención de la libertad, yo me pregunto si tenemos derecho a catalogar de antemano los perfiles de nuestros sentimientos para encuadrarlos en un patrón preconcebido, del cual uno no puede salirse sin miedo a ser señalado, acorralado, perseguido o criticado.
¿Quién marca lo que tenemos que hacer a determinadas alturas de nuestra vida? ¿Por qué no podemos cambiar esos patrones?
Cosas como comenzar a estudiar cuando se han cumplido los 35, tener un hijo a los 40 o enrolarte en un grupo de teatro a los 60, enamorarte en un viaje del inserso, aprender a bailar sevillanas recién jubilado, o dedicarte a escribir poemas después de haber sido un lince como broker, terror del parquet en la bolsa.
La vida ya nos pone demasiadas cortapisas naturales como para encima darle alas nosotros mismos a la imposibilidad de realizar nuestros sueños.
Ni la edad, ni el entorno, ni el devenir de los acontecimientos pueden ponernos freno en nuestro deseo de crecer. Al fin y al cabo, pienso que vivir es siempre una aventura en la que cambian los paisajes, cambian las esperanzas, las metas, incluso los actores secundarios, pero siempre los protagonistas somos nosotros.
Vivir es siempre un reto, una interrogación diaria, que no podemos cerrar antes de tiempo, y que no deberíamos abrir si no vamos a poner algo dentro.
Voto por la capacidad de asombrarnos cada día, por la ilusión de los besos aún no llegados, de miradas que están a punto de cruzarse, de las obras que laten en nuestras manos, esperando a salir como un torbellino, dando rienda suelta a todo lo que nos haga crecer como personas, renacer con espíritu renovado, sin el corsé estúpido del conformismo, del espacio y del tiempo. ¿Quién sabe las vueltas que dará el reloj de cada uno de nosotros?
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Yo no lo habría expresado mejor. Sabes que además de pensar como tú, pongo en práctica esa forma de vida. Que nada sea capaz de frenarnos, aunque eso signifique llevar a cuestas la incomprensión de la gente, que, por tanto no nos conoce, ni nos valora en la justa medida. Un beso, MR, de José Manuel.
ResponderEliminarYo no lo habría expresado mejor. Sabes que además de pensar como tú, pongo en práctica esa forma de vida. Que nada sea capaz de frenarnos, aunque eso signifique llevar a cuestas la incomprensión de la gente, que, por tanto no nos conoce, ni nos valora en la justa medida. Un beso, MR, de José Manuel.
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