CUESTA DE ENERO

Sobrevivir a la Navidad con su cargamento de calorías bajo diferentes formas, a cual más atractiva, léase: turrones, asados, postres, o los, aparentemente inocentes, picoteos entre horas con los familiares, amigos o vecinos, es ya un logro que tiene su mérito, pero no es suficiente para alcanzar la denominación de heróico; ni siquiera sobrevivir a los gastos ocasionados por los regalos y detalles que se tienen en estas fechas, no ya con la familia, sino también con los amigos visibles e invisibles, e incluso con el conserje, asistenta, huevero, lechero, cartero... en fín, aqui que cada uno ponga su receptor de aguinaldo favorito. Como decía, todo eso no es suficiente para alcanzar el privilegio de laureados en la batalla de supervivencia a las fiestas de Navidad.

Aún nos queda un último empujoncito, ya que la famosa cuesta de enero este año es, si cabe, más empinada, puesto que subirán el precio, además de los alimentos, la hipoteca, alquiler, transporte, agua y luz, que suben más de un 4%.

El café de la mañana también ha subido un 4,4% de media; el cigarrillo, un 7,9%; la caña con los amigos, un 3,1%, y si es vino, un 4,2%, la leche un 30% más cara, la barra de pan un 14% y la mantequilla un 9,3%, según el diario Expansión.

Si con este hándicap, logramos entrar en el mes de febrero con buena cara y con algúnos euros en el bolsillo, habremos coronado la cuesta de enero como superhéroes.

Como en realidad yo soy optimista y positiva, os confesaré que si algo tiene de bueno la situación es que por fín tengo claro qué pedir a los Reyes Magos, me voy corriendo para escribir mi carta, que bien pudiera comenzar así:

Queridos Reyes Magos:

Os ruego me traigáis un cargamento de PACIENCIA, que ya la dosificaré yo a discrección, según vayan pasando los días...