ESTRES LABORAL (II PARTE)

En una anterior entrada y refiriéndome al Curso sobre el Estrés Laboral, que estoy recibiendo y que imparte D. Carlos Pajuelo Morán, Psicólogo, Orientador y profesor de la UEx, en realidad dí una visión anecdótica de lo que era en sí el citado curso, cargando las tintas con ese humor que nos es tan necesario y con el que, a veces, me gusta salpimentar mis entradas.

Pues bien, hoy he recibido la grata sorpresa de un comentario que enlazaba a una página web donde "alguien" me ha hecho el honor de ofrecerme una información que amplía el tema además de tratarlo seriamente, que a continuación transcribo por parecerme de interés, no sin antes agradecer al comentarista su visita y comentario.

Una grata "coincidencia" el hecho de que en la charla de hoy haya facilitado a D. Carlos Pajuelo la dirección de este blog. Me pregunto si será él el autor del comentario. Aquí os dejo el artículo citado:

Actualmente la fuerte demanda laboral y las pocas oportunidades empujan a muchas personas a exigirse al máximo y soportar un ambiente hostil, hasta ser engullido por el estrés laboral, epidemia silenciosa que según las estadísticas, tiene una mayor incidencia en las mujeres.

Ser el sostén de una familia y el temor de perder el empleo, obligan a las personas a trabajar bajo condiciones estresantes que dañan la salud mental y física, además de deteriorar las relaciones familiares y el mismo rendimiento laboral.

Según estudios realizados 19% de trabajadores se encuentran insatisfechos de su trabajo y el 15% del trato de sus jefes. Asimismo, un buen porcentaje de gente se siente poco incentivada por la falta de reconocimiento a su función.

La Organización Internacional del Trabajo afirma que la salud mental de los empleados esta en peligro porque sufren agotamiento, ansiedad y bajo estado de animo. Asimismo, la Asociación Mundial da la Salud calcula que el 30% al 40% de las bajas laborales están relacionadas a los desequilibrios mentales y emocionales.

En el caso de las mujeres, la tensión se acentúa debido a que reciben menos paga que los hombres y la gran mayoría no acceden a puestos de gran importancia. Además un grupo de ellas tiene que lidiar con el acoso moral o sexual.

Estas condiciones generan estados de ansiedad, aburrimiento, fatiga, agresión, sentimientos de culpa, soledad, baja autoestima, irritabilidad y agresión; lo que favorece la aparición de cuadros depresivos.

En la parte física, el estrés laboral provoca cefalea, migrañas, dolores articulares, insomnio, además de problemas psicosomáticos. Como es muy difícil dejar los problemas en la puerta de la casa, estos trastornos tambien mellan las relaciones familiares.

Muchas veces los padres descargan su cólera y frustración con sus hijos, lo mas frecuente es la falta de tiempo para atender a sus hijos y pierden rápidamente la paciencia, incluso podrían llegar a la violencia verbal o física con ellos. Esta tensión los vuelve propensos a beber y fumar en exceso.

El estrés laboral no solo atenta contra la salud mental del trabajador y las relaciones familiares, tambien genera conflictos en el aspecto laboral porque provoca incapacidad para concentrarse o tomar decisiones, ausentismo laboral, tardanzas y retraso, poca participación, accidentes y baja productividad.