¡¡MÁS ESPAÑA!!

En plena Feria de San Juan, en Badajoz, este año se ha adecuado el horario de las comidas de trabajo, de amigos, etc.. y su posterior fiesta, al horario que han marcado los encuentros de España, primero con Italia y ayer con Rusia, porque en la feria, las comidas son una sucesión de actos en las que no solamente se come y se bebe, sino que se baila, se canta, se merienda, se cena, en fin, que con la parada obligatoria para ver el partido, con una expectación enorme y los aires acondicionados a tope, todos los bares llenos y cualquier sitio en el que hubiera una pantalla grande o pequeña, se han convertido en sucursales del campo de césped donde nuestra selección jugaba, mientras exaltaba nuestro ánimo y nos inyectaba una buena dosis de orgullo patrio. Badajoz se envolvió en banderas de España, balcones, mástiles, espaldas, cinturas y cabezas lucían su símbolo.


Cuando el nombre de nuestro país resuena dentro y fuera del mismo, al ritmo que le marcan los aficionados y no tan aficionados al fútbol, pero todos entregados a esta vorágine rojigualda (porque la camiseta, la bandera y la plaza de Colón llena de banderas de España son rojigualdas, porque la Plaza Roja, que yo sepa está en Moscú), España es más España, y ayer me encantó algo que cantaban los aficionados desplazados al estadio vienés: ¡Soy español, soy español!, sí señor, soy española.

Mientras, aquí, de puertas para adentro, las paradojas, sinrazones y sorpresas se suceden, por ejemplo: un grupo de intelectuales tiene que pedir al Parlamento que garantice el derecho a usar el español.

La Ministra de Igualdad, proclama desde la portada de la Revista Zero que “Miembras somos todos”. (¿Todos los miembros son miembras?, ¿Todas las miembras son miembros? ¿Todas somos todos?), confieso que esto me ha dejado algo confusa, pero lo que sigue aún me deja más.

La Vicepresidente de la Vega advierte a Bibiana Aído, respecto a las críticas de la ministra al hecho de que en España «los hombres árabes vayan vestidos al modo occidental mientras ellas llevan vestidos largos y pañuelos», que «lo más importante es ser sumamente respetuoso» con las prácticas y los hábitos culturales de cada país, pero «teniendo mucho cuidado» de que «no supongan una vulneración de la libertad de las personas» ni un «ataque a los derechos humanos”.

Pero mientras tanto, La Generalidad cierra una emisora extremeña en Barcelona por emitir en castellano, desde la cual se daba a conocer la cultura extremeña. ¿Qué pasa, señora Vicepresidenta? ¿Es que la cultura extremeña es menos cultura que la árabe, es que los que vivimos en Extremadura nos tenemos que poner el traje regional diariamente para que se nos respete más? Yo, desde luego no voy a ir a trabajar con refajo con estos 40º a la sombra que tenemos por aquí abajo.

De momento, pasaré de estos temas y me dedicaré como muchos millones de españoles a los que nos gustaría ver ganar a la selección española frente a Alemania, solamente en pensar que el domingo tenemos que gritar más fuerte que nunca desde allí donde veamos y vivamos el partido. España tiene que ganar porque me he comprado una camiseta de la selección para lucir en la final y quiero darle un buen estreno. Se me va a llenar la boca diciendo, de nuevo, ¡España!, ¡España!


¡¡Vamos chicos, esta Eurocopa la vamos a ganar!!

Por cierto, he añadido una imagen nueva a mi phtobucket que pertenece a la comida-merienda-partido-cena de ayer, con rosa incluida en el pelo y mojito en la mano, compartiendo la fiesta con mis compañeros y antes de saber que España ganaría. Si gana España, me envuelvo en la bandera y me hago otra foto que colgaré también. ¡A por ellos!, el domingo cenaremos salchichas frankfurt! ñam ñam!!