El cambio horario tuvo su origen en el siglo XVIII año 1784, cuando Benjamín Franklin en base a la idea del aprovechamiento diurno de luz natural planteó por primera vez adelantar los relojes una hora durante el verano, a fin de aprovechar mejor la iluminación natural y así consumir un menor número de velas para alumbrarse durante la noche. No obstante no llegó a ponerse en práctica.
En 1905 el constructor inglés William Willett concibió el horario de verano durante un paseo a caballo previo al desayuno, cuando se sorprendió pensando cuántos londinenses dormían durante la mejor parte de un día de verano. Muy aficionado al golf, le disgustaba acortar su recorrido en el crepúsculo. Dos años más tarde, en Julio de 1907 publica su propuesta, aunque después de varios años de debates, William Willet fallece en 1915 sin ver aplicada su idea.
A raíz de la 1ª guerra mundial y con el propósito de ahorrar combustible, el kaiser Guillermo II de Alemania decretó el inicio del cambio de hora el 30 de abril de 1916, que también se aplicó a sus aliados y las zonas ocupadas, siendo los primeros países europeos en emplear el horario de verano. Varios países beligerantes y neutrales de Europa les siguieron, Rusia y otros países esperaron al año siguiente.
Estados Unidos al igual que España no lo hicieron hasta 1918. Desde entonces, se han producido muchas propuestas, ajustes y revocaciones. Adelantar una hora los relojes durante los meses de mayor insolación demostró ser una medida tan eficiente que algunos países decidieron conservarla permanentemente.
Después de la Segunda Guerra Mundial, cada vez más países se han adherido al Horario de Verano, y las reglas para su aplicación se han ido desarrollando para ser lo más claras y universales posible.
En 1973 los países miembros de la OPEP impusieron un embargo petrolero de importantes consecuencias económicas, por lo que las naciones industrializadas comprendieron la urgencia de impulsar medidas del cuidado de la energía, que al mismo tiempo permitieran reducir la fuerte dependencia que actualmente se tiene de los combustibles fósiles, tales como el petróleo y el gas.
En 1974 comenzó a generalizarse el cambio horario de verano, aunque de manera desigual, cuando se produjo la primera crisis del petróleo y algunos países decidieron adelantar sus relojes para poder aprovechar mejor la luz del sol y consumir así menos electricidad en iluminación.
Se aplica como directiva desde 1981 y ha sido renovada sucesivamente cada cuatro años. Según estimaciones del (IDAE), Entidad Pública Empresarial del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, en nuestro país, el ahorro en iluminación en el sector doméstico por el cambio de hora durante los meses que tiene efecto; es decir, desde final de marzo hasta final de octubre, puede representar un 5%. Si el consumo medio de una familia española es de 3.200 kWh., el ahorro sería de más de 6 € por hogar y más de 60 millones de euros para el conjunto de ellos.
A ello habría que sumar, procedente del sector de comercio y servicios, un ahorro del 3% (más de 6 millones de €) en concepto de reducción de consumo de aire acondicionado. Desde la aprobación de la Novena Directiva, por el Parlamento Europeo y Consejo de la Unión, en enero de 2001, este cambio horario se aplica con carácter indefinido. Dicha Directiva está incorporada al ordenamiento jurídico español por Real decreto 236/2002, del 1 de marzo.
El carácter indefinido de la aplicación del cambio de hora se ha adoptado por entenderse que "el buen funcionamiento de algunos sectores, no sólo el de los transportes y las comunicaciones, sino también otros ramos de la industria, requiere una programación estable a largo plazo".
La Novena Directiva de obligado cumplimiento para todos los países de la Unión Europea, establece con carácter permanente las fechas de inicio y fin del periodo, en las cuales (adelantamos el reloj 1 h. el último domingo del mes de marzo a las 2h. AM) y (retrasamos el reloj 1 h. el último domingo del mes de octubre a las 3h. AM) ambas horas en (HL) de España; lo que en (TU) se correspondería a la 1h. AM. en ambas fechas.
No obstante, cada cinco años, la Comisión debe publicar, en el Diario Oficial de las Comunidades Europeas, un comunicado que incluirá el calendario de fechas de principio y fin del cambio de la hora oficial de verano-invierno para los cinco años siguientes.
Independientemente del cambio de hora, el IDAE recomienda que todos los ciudadanos contribuyamos al ahorro de energía haciendo un uso inteligente de la iluminación en nuestros hogares: seguir determinadas pautas puede permitirnos, sin renunciar al confort, ahorrar hasta 100 € al año, además de evitar emisiones contaminantes a la atmósfera.
Fuente:
Telefónica
En 1905 el constructor inglés William Willett concibió el horario de verano durante un paseo a caballo previo al desayuno, cuando se sorprendió pensando cuántos londinenses dormían durante la mejor parte de un día de verano. Muy aficionado al golf, le disgustaba acortar su recorrido en el crepúsculo. Dos años más tarde, en Julio de 1907 publica su propuesta, aunque después de varios años de debates, William Willet fallece en 1915 sin ver aplicada su idea.
A raíz de la 1ª guerra mundial y con el propósito de ahorrar combustible, el kaiser Guillermo II de Alemania decretó el inicio del cambio de hora el 30 de abril de 1916, que también se aplicó a sus aliados y las zonas ocupadas, siendo los primeros países europeos en emplear el horario de verano. Varios países beligerantes y neutrales de Europa les siguieron, Rusia y otros países esperaron al año siguiente.
Estados Unidos al igual que España no lo hicieron hasta 1918. Desde entonces, se han producido muchas propuestas, ajustes y revocaciones. Adelantar una hora los relojes durante los meses de mayor insolación demostró ser una medida tan eficiente que algunos países decidieron conservarla permanentemente.
Después de la Segunda Guerra Mundial, cada vez más países se han adherido al Horario de Verano, y las reglas para su aplicación se han ido desarrollando para ser lo más claras y universales posible.
En 1973 los países miembros de la OPEP impusieron un embargo petrolero de importantes consecuencias económicas, por lo que las naciones industrializadas comprendieron la urgencia de impulsar medidas del cuidado de la energía, que al mismo tiempo permitieran reducir la fuerte dependencia que actualmente se tiene de los combustibles fósiles, tales como el petróleo y el gas.
En 1974 comenzó a generalizarse el cambio horario de verano, aunque de manera desigual, cuando se produjo la primera crisis del petróleo y algunos países decidieron adelantar sus relojes para poder aprovechar mejor la luz del sol y consumir así menos electricidad en iluminación.
Se aplica como directiva desde 1981 y ha sido renovada sucesivamente cada cuatro años. Según estimaciones del (IDAE), Entidad Pública Empresarial del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, en nuestro país, el ahorro en iluminación en el sector doméstico por el cambio de hora durante los meses que tiene efecto; es decir, desde final de marzo hasta final de octubre, puede representar un 5%. Si el consumo medio de una familia española es de 3.200 kWh., el ahorro sería de más de 6 € por hogar y más de 60 millones de euros para el conjunto de ellos.
A ello habría que sumar, procedente del sector de comercio y servicios, un ahorro del 3% (más de 6 millones de €) en concepto de reducción de consumo de aire acondicionado. Desde la aprobación de la Novena Directiva, por el Parlamento Europeo y Consejo de la Unión, en enero de 2001, este cambio horario se aplica con carácter indefinido. Dicha Directiva está incorporada al ordenamiento jurídico español por Real decreto 236/2002, del 1 de marzo.
El carácter indefinido de la aplicación del cambio de hora se ha adoptado por entenderse que "el buen funcionamiento de algunos sectores, no sólo el de los transportes y las comunicaciones, sino también otros ramos de la industria, requiere una programación estable a largo plazo".
La Novena Directiva de obligado cumplimiento para todos los países de la Unión Europea, establece con carácter permanente las fechas de inicio y fin del periodo, en las cuales (adelantamos el reloj 1 h. el último domingo del mes de marzo a las 2h. AM) y (retrasamos el reloj 1 h. el último domingo del mes de octubre a las 3h. AM) ambas horas en (HL) de España; lo que en (TU) se correspondería a la 1h. AM. en ambas fechas.
No obstante, cada cinco años, la Comisión debe publicar, en el Diario Oficial de las Comunidades Europeas, un comunicado que incluirá el calendario de fechas de principio y fin del cambio de la hora oficial de verano-invierno para los cinco años siguientes.
Independientemente del cambio de hora, el IDAE recomienda que todos los ciudadanos contribuyamos al ahorro de energía haciendo un uso inteligente de la iluminación en nuestros hogares: seguir determinadas pautas puede permitirnos, sin renunciar al confort, ahorrar hasta 100 € al año, además de evitar emisiones contaminantes a la atmósfera.
Fuente:
Lección aprendida. Pero sigo pensando lo mismo... ¿De verdad que se ahorra?
ResponderEliminarBesos a montones.
Muy buena información, pero aparte de todo...¡Me dio una alegría, ser una hora más joven...!(y con la experiencia acumulada...)
ResponderEliminarBesos.
Interesante post sobre la historia del cambio de hora.
ResponderEliminarPor cierto, gracias por votarme!
Aunque ya habrás visto el cutrerío en que se ha convertido el concurso.
A mí el cambio que me hace daño es el otro, el de adelantar el reloj, este lo sobrellevo mejor, aunque es triste ver llegar la noche tan temprano.
ResponderEliminarHola colchonera, yo soy culé te acabo de leer en el foro y te doy toda la razón ,es más te invito a ver el hilo que abrí en el foro esta mañana titulado PATÉTICOS INTERCAMBIOS!!!!!!
ResponderEliminarla verdad es que el concurso está dejando de serlo.
Bueno me voy a dar un paseo por tu sitio, si quieres visitar el mío te lo agradeceré, es el blog de deportes Cayecaturas.
Saludos y suerte
www.cayecaturas.com/blog
A mi el cambio de hora me da exactamente igual, no me afecta en absoluto porque yo no toco para nada el reloj y lo dejo siempre con el mismo horario, tanto en verano como en invierno.
ResponderEliminar¡NO HAY NADA COMO ESTAR JUBILADO!!!
Je Je je ....
Un abrazo.
Hola, te saludo desde Venezuela. Llegue a tu blog por el foro que abriste, me llamó mucho la atención lo que dices allí. Yo tengo un mensaje generico con el que me hago publicidad e invito a votar por mi, si, solo si, gusta el trabajo que hay en mi blog, si no gusta que no voten. Este mensaje solo lo coloco en los blogs que me han gustado que son bastantes he de decir. En fin solo quería decirte que me gusto tu blog, aunque seas colchonera y yo un merengue a muerte jejejeje. Aquí en Venezuela el gobierno cambio la hora y yo me vuelvo loco porque siempre ando confundido.
ResponderEliminarUn saludo