Este San Valentín habrá besos sin estrenar y caricias enlatadas, recuerdos gastados y un nombre en la memoria que duele al pronunciarlo.
El corazón bailará con fantasmas del pasado, al son de una vieja canción, tarareada sin límites.
Vendrán a la retina paisajes lejanos y el eco de palabras, antes hermosas, que se han quedado vacías.
Las manos se enlazarán a un viento invisible y frío, y en un invierno distinto, dibujarán contornos de las figuras amadas.
Quedarán las palabras en el filo de los labios, congeladas en el tiempo.
El sonido de unos pasos caminando al unísono se irá haciendo cada día, ruido blanco en la rutina.
Y habrá en la piel otro aroma sobre las antiguas huellas de los besos que nos dimos, caducarán sin remedio, todos los “te quiero” dichos.
Aquél amor obsoleto, macerado en el olvido, hará un intento imposible por aferrarse a la vida, pero irá amarilleando en un rincón escondido, como las fotografías de los instantes vividos.
Mas, aunque otros amores hagan noche en tu morada o se queden a vivir para siempre en ese albergue del alma intercambiador de afectos, siempre existirá un espacio, como homenaje sincero a los amores pasados, porque mientras existieron hicieron vibrar el alma, llenaron nuestros silencios, fueron parte de nosotros e impregnaron nuestro tiempo del aroma indescriptible que dejan siempre los sueños.
El corazón bailará con fantasmas del pasado, al son de una vieja canción, tarareada sin límites.
Vendrán a la retina paisajes lejanos y el eco de palabras, antes hermosas, que se han quedado vacías.
Las manos se enlazarán a un viento invisible y frío, y en un invierno distinto, dibujarán contornos de las figuras amadas.
Quedarán las palabras en el filo de los labios, congeladas en el tiempo.
El sonido de unos pasos caminando al unísono se irá haciendo cada día, ruido blanco en la rutina.
Y habrá en la piel otro aroma sobre las antiguas huellas de los besos que nos dimos, caducarán sin remedio, todos los “te quiero” dichos.
Aquél amor obsoleto, macerado en el olvido, hará un intento imposible por aferrarse a la vida, pero irá amarilleando en un rincón escondido, como las fotografías de los instantes vividos.
Mas, aunque otros amores hagan noche en tu morada o se queden a vivir para siempre en ese albergue del alma intercambiador de afectos, siempre existirá un espacio, como homenaje sincero a los amores pasados, porque mientras existieron hicieron vibrar el alma, llenaron nuestros silencios, fueron parte de nosotros e impregnaron nuestro tiempo del aroma indescriptible que dejan siempre los sueños.
Qué hermosos pensamientos que, puedo presumir, alguien se pierde por pura cobardía: Detrás de toda mentira subyace una verdad; como detrás de cada poesía está la profundidad de un amor vivido o por vivir.
ResponderEliminarBesos especiales en este día.
es mejor el recuerdo de un amor obsoleto que ningún amor...
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