domingo, 8 de marzo de 2020

DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER


8 de marzo, Día INTERNACIONAL de la mujer.

Confieso que  no me gusta nada eso de celebrar días especiales para la reivindicación de derechos  que deberían ya estar conquistados en pleno Siglo XXI, tanto en la sociedad como en el mundo laboral.

Estos "Días Internacionales de..."  me parecerían fuera de lugar si no fuera porque aún hay mucho que hacer por los derechos de la mujer en todo el mundo y, como muestra pequeña,  el artículo que os acompaño.

Frente a las reivindicaciones de andar por casa que, francamente, en la sociedad en la que vivimos  parecen muchas veces una auténtica frivolidad, (haciendo la salvedad de cualquier tipo de violencia que un ser humano inflija a otro ser humano, aprovechando su superioridad, sea la que sea),  se levanta esa voz silenciosa, ese grito ahogado de  muchas mujeres que luchan por la supervivencia en tantos lugares del mundo, contra leyes y costumbres realmente machistas que anulan su espíritu e impiden su desarrollo personal, mujeres que luchan contra enemigos como  la hambruna, la violencia, el fanatismo, etc. defendiendo como pueden también la supervivencia de sus hijos...y sólo por tener la mala suerte de haber nacido mujer.

Este día vuelvo a dedicárselo a todas ellas, como ya he hecho algunas veces y, lamentablemente, nadie hace nada para que se puedan despertar las conciencias del mundo y se convenzan de que la conquista más grande que puede lograr una sociedad es el respeto a la vida, a una vida digna.

Es vergonzoso que en muchos países,  por el hecho de nacer mujer, la vida no valga nada, y los derechos sean poco menos que metas inalcanzables. A todas ellas va mi recuerdo hoy.
Que este día sirva para darnos un toque de atención y que perdure durante todo el año, hasta que la voz, el dolor, el silencio resignado de ellas llegue a todos, hasta que el corazón se rebele y pongamos manos a la obra.!

Por otra parte, siento vergüenza ajena de que en la sociedad privilegiada en la que vivimos y de boca, nada menos, que de una Ministra de Igualdad, no tengan otro grito para reivindicar derechos que el de: "Sola y borracha quiero llegar a casa", aunque quieran darle todos los significados, simbólicos o no, del mundo, como mujer libre que soy,  sigue dándome vergüenza.  A mí, no me representan.

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