EL SUJETADOR CUMPLE CIEN AÑOS

Se cumplen ahora 100 años de la aparición del sujetador tal cual lo conocemos, aunque hay datos que datan de hace 4500 años, en la Creta minoica, Grecia, donde las mujeres llevaban unos sujetadores que alzaban los pechos desnudos superponiéndolos al resto de la indumentaria, o en el mundo clásico, donde las féminas griegas y romanas se ceñían el busto con una faja para reducir su volumen, pasando por corsés, corpiños y “postizos” o almohadillas de la Francia del siglo XIX no sería hasta principios del siglo pasado cuando esta prenda cobrara una gran relevancia.

Hasta la invención del sujetador las mujeres debían sufrir embutidas en corsés metálicos incómodos y poco sensuales. Tanto es así que tras la entrada de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial se llamó a todas las mujeres para que donaran sus corsés metálicos para uso militar ( en total 28.000 toneladas de metal). Con ellos se construyeron dos naves de guerra.



El sujetador o corpiño (palabra más utilizada en Latinoamérica para definir la prenda), fue en su día un invento construido a base de dos pañuelos una cinta y un cordel, ideado por primera vez por Pierre Poiret (Francia) en 1.907 y patentado por Mary Phelps Jacob (EEUU), en 1914 bajo el nombre de “backless brassiere” (corsé sin espalda).

En 1.913 Mary Phelps Jacob quería lucir un vestido muy escotado en una fiesta, que no le permitía usar corsé, con la ayuda de su doncella y los mismos elementos que utilizó Poiret en Francia, confecciona un sujetador que causó furor en su circulo íntimo, pero no lo supo explotar comercialmente, por lo que terminó vendiendo sus derechos por 1500 dólares, a la empresa“Warner Brothers Corset Company”.

Ya en la década de los años 20 empiezan a confeccionarse en tela elástica y en la década de los 30 nace el sujetador sin tirantes, aunque todavía con copa standart.

En los años 60 la prenda de sujeción y seducción se convierte en símbolo político, ante la quema de sujetadores por parte de las jóvenes hippies, quienes reclaman sus derechos y libertad sexual por medio del objeto.



Cuando preguntaron a Rosenthal si la nueva tendencia podía suponer el fin de su imperio, la rusa contestó imperturbable "Vivimos en una democracia, toda persona tiene derecho a vestirse o desvestirse, sin embargo, a partir de los treinta y cinco años la mujer no tiene figura para prescindir del sujetador. El tiempo está a mi favor".

Y efectivamente éste le dio la razón. En 1967 se lanzó la primera campaña televisiva publicitando este elemento, aunque no fue hasta finales de los 80 cuando se incorporó el encaje elástico a éstos.

Arma de seducción a veces, o símbolo de la liberación femenina otras, la prenda no deja indiferente. Sujetadores con copa o sin ella, con tiras o "strapples", "balconet", deportivo, wonderbra o reductores, cada mujer elige el que más le favorece.

Sin embargo y a pesar de que ya ha cumplido entre nosotras 100 largos años, El 94% de las mujeres en España desconocen cuál es su talla de sujetador, de ahí que siete de cada diez no utilicen la talla que les corresponde.

Me gustaría terminar esta entrada con estas dos frases del Dr. Mira, Médico Especialista en Cirugía Plástica:

"Conseguir la belleza en el pecho de una mujer es muy difícil. Debemos saber luchar contra la ley de la gravedad. Y vencerla de forma elegante y bella."

"El pecho femenino tiene una atracción insustituible para el hombre: primero le alimenta, después le divierte, al final le consuela."

Fuentes:
La Flecha
Dr. J.A. Mira