
Cuando se acerca el final de este año 2008, quiero escribir una entrada que no haga referencia a lo que dejo atrás, sino a todo lo que me queda por vivir en el nuevo año que se aproxima.
Lo que ya he vivido, tanto individualmente, que yo sola lo sé, como en colectividad con la sociedad a la que pertenezco, lo cual ya se encargarán de mostrárnoslo en forma de resúmenes desde la prensa, radio, televisión e internet hasta la saciedad, se queda para el recuerdo, ya es historia, es el pasado y también es todo ese conjunto de cosas que me ha conducido hasta aquí. El reconocimiento personal que yo le brindo, méritos y deméritos incluidos, no es ni más ni menos que este presente, el momento actual en el que estoy, el haberme conducido hasta aquí.
Ahora se nos abre a todos un camino nuevo, una hoja en blanco que hemos de llenar con la palabra, la vivencia, el dicho y el hecho, con todo aquello que conforma nuestra vida, intrínsecamente unida a la vida de los otros y de todo lo que nos rodea, una pertenencia ineludible, queramos o no.
Como parte de ese todo universal, no quiero que nada de lo que les ocurre a mis semejantes me sea ajeno, y es por eso que mis deseos para todos no pueden ser más que buenos. Siempre hay quien, perteneciendo a la misma especie, se empeña en querer envilecerla aniquilando cualquier rastro de humanidad en su propio ser. Para esos, no hay más que un deseo que, desgraciadamente, va cruzando el umbral de los años conmigo intacto, espero que algún día se cumpla.
He pensado si el desear a todos el bien no será un poco egoísta y materialista, ya que al desearos a todos lo mejor para el año nuevo, me lo estoy deseando también a mi misma, y he llegado a la conclusión que sí, que soy una asquerosa egoísta y quiero que todos y cada uno de los que aquí entráis seáis felices y, si puede ser, hagáis una buena recolección de salud, amor y éxitos en el 2009, porque algo de todo eso me tocará, si es verdad que somos un todo universal.
Que esa onda expansiva de los mejores mutuos deseos llegue a todos los rincones de este mundo nuestro y transforme las otras ondas expansivas que causan dolor y muerte en cualquier punto de nuestro planeta en paz y tranquilidad, confianza y esperanza en el futuro.
De todo corazón y con mi agradecimento por vuestras palabras y afectos en este año que se va, os deseo a todos:
¡¡Feliz Año Nuevo!!